Bilbao - El Gobierno Vasco y Euskaltzaleen Topagunea presentaron ayer la iniciativa Euskaraldia-11 egun euskaraz, prevista para 2018, ante el Pleno de Euskaltzaindia. Euskaltzaindia se suma así a este novedoso proyecto que, nacido desde la acción popular, pretende activar a la población euskaldun, modificar la costumbre lingüística de pasarse al castellano a la primera de cambio, y facilitar la comunicación en euskera al menos once días: del 23 de noviembre al 3 de diciembre.
Cuarenta municipios de Euskal Herria, los gobiernos de Euskadi y Nafarroa, la Oficina de la Lengua Vasca de Iparralde o las diputaciones ya se habían adherido a Euskaraldia, una de las pocas iniciativas a favor del euskera que han logrado conjugar la colaboración popular e institucional a lo largo y ancho del territorio del euskera. Ayer, haciendo gala del estrecho vínculo con el entramado cultural y euskaltzale de sus inicios, la Academia se subió a la estela de un proyecto sobre el que hay depositadas muchas esperanzas para relanzar el uso del euskera en el día a día.
El consejero de Cultura y Política Lingüística, Bingen Zupiria, señaló en Bilbao que “tenemos una oportunidad excepcional para mostrar la unidad a favor del euskera que siempre ha reivindicado Euskaltzaindia”. Por su parte, el presidente de la Academia, que el próximo año celebra su centenario, dio la bienvenida a los responsables de las distintas instituciones y a la presidenta de Topagunea, Elena Laka, e invitó a la ciudadanía vasca a participar en Euskaraldia. Andrés Urrutia pidió a la población euskaldun a “que se active, y si es antes de 2018 mejor que mejor”. Pero también recalcó una circunstancia que le preocupa. “Pido a los euskaldunes -dijo- que sean comprensivos y que se muestren acogedores con todas aquellas personas que se están acercando al mundo del euskera, porque están haciendo un gran esfuerzo y llegan con la ilusión de ser euskaldunes, y porque ellos son, en gran medida, el futuro de nuestra lengua”.
Urrutia también tuvo palabras para aquellas personas que aún desconfían o reniegan del euskera unificado o batua y les exhortó a “dejar atrás la desconfianza hacia el batua, porque, entre otras cosas, asegura la comunicación entre euskaldunes de distintos territorios, no la incomunicación, como algunos señalan cada cierto tiempo”. En esta línea apuntó que “tenemos que hacer nuestro al batua si queremos que nuestro idioma perdure, eso sí, sin dejar de lado los dialectos, de los que se nutre y nutrirá el euskera unificado”.
Por último, recordó el histórico papel de la Academia en el impulso del euskera más allá de normativizar el idioma, como por ejemplo con la promoción de actividades culturales ligadas al euskera como el Campeonato de Bertsolaris, la creación de UZEI y EIE, etc. Euskaltzaindia alentó también el movimiento de las ikastolas o las campañas de alfabetización. “Por eso abrazamos esta nueva iniciativa”, explicó Urrutia. - I.Alonso