De acuerdo a la VI Encuesta Sociolingüística, 751.500 personas se confiesan vascohablantes en el conjunto de los territorios del euskera, frente a los 528.500 de 1991. Sin embargo, “es imprescindible que las instituciones mantengan su esfuerzo para que el número de vascohablantes siga creciendo, tanto en los grupos de edad más jóvenes, a través del sistema educativo, como entre los adultos, mediante su euskaldunización”.
El mayor porcentaje de vascohablantes se encuentra entre los grupos de menor edad, mientras que en 1991 los mayores porcentajes se concentraban en el grupo de mayores de 65 años. Este hecho es consecuencia de la euskaldunización del sistema educativo y de la determinación con que las familias han apostado por los modelos lingüísticos educativos que garantizan el conocimiento del euskera.
La actitud a favor de la promoción del uso del euskera ha crecido sobre todo en los últimos 5 años. Esta actitud está muy ligada con la capacidad lingüística. Así, el 87,1% de los vascohablantes se muestra a favor de promocionar el uso del euskera, y esa cifra es del 63,4% entre los vascohablantes receptores y del 49,7% entre los que no son vascohablantes.
vitoria - Cierto es que el modelo de revitalización del euskera (asentado en una legislación a favor del “bilingüismo equilibrado”, una política lingüística “eficiente” y, sobre todo, el compromiso ciudadano) es ejemplo a seguir en el ámbito internacional. Esa apuesta por la normalización es tan incuestionable como el camino que queda por recorrer para garantizar los derechos lingüísticos en las esferas públicas y privadas.
Con el propósito de solventar esas dificultades, el Gobierno Vasco presentaba ayer su Agenda Estratégica 2020, la hoja de ruta que guiará los compromisos para que dentro de tres el 75% de la población menor de 25 años sea euskaldun.
Decía en este sentido Bingen Zupiria, consejero de Cultura y Política Lingüística, que este “objetivo de país” pasa porque el euskera tenga un mayor uso en todos los ámbitos sociales, pero también por el hecho de que quienes “lo hablen disfruten del euskera”. Del mismo modo, se refirió a la necesidad de hacer del euskera “una lengua atractiva, sobre todo entre los jóvenes, y convertir al euskera en una lengua prestigiosa”.
Así, este plan pivota sobre cuatro grandes retos: aumentar el conocimiento del euskera y el número de euskaldunes, promover su uso en tiempo de ocio y espacios informales, avanzar en la garantía de los derechos lingüísticos y profundizar en la flamante colaboración institucional y civil entre los territorios del euskera.
Estos retos, apostillaba Zupiria tras el Consejo de Gobierno de ayer, se concretarán en otros nueve “objetivos estratégicos” que a su vez subdividen en distintas metas. Entre ellos, el ya citado de alcanzar la cifra de “788.100” euskaldunes de entre 16 y 24 años, así como mejorar el sistema de acreditaciones lingüísticas. También se aspira a aumentar el uso del euskera en casa y entre las amistades para superar la barrera del 21% y del 23% respectivamente, y también a que se hable más en el mundo educativo y en el laboral, donde el reto es que el 28% de los trabajadores se comunique en euskera con sus compañeros. Alcanzar una presencia del 19,5% en las redes sociales y en Internet, así como intensificar su uso en el deporte, la cultura y los medios de comunicación, serían otros de los objetivos de esta Agenda Estratégica del Euskera.
“Es el momento” Se habla también en el desarrollo de la misma de la necesidad de que el euskera sea “lengua de servicio” y se garantice la atención a todas las personas que así lo requieran. “Hemos hecho un esfuerzo importante en euskaldunizar a los trabajadores de la Administración y es el momento de dar el paso de que quienes han adquirido la destreza suficiente usen el euskera como lengua de trabajo”, resumía el consejero. Esta hoja de ruta también propone “ampliar el corpus del euskera” con nuevos diccionarios y tesis sobre esta lengua, así como “fortalecer la adhesión al euskera” por parte de la ciudadanía. Y también se plantea impulsar la internacionalización del euskera.
Para alcanzar todos estos objetivos el Gobierno Vasco ha establecido una serie de actuaciones, parte de las cuales ya se han puesto en marcha este año con un “afán transversal” porque se trata de un “asunto de todos los departamentos” del Ejecutivo y también del conjunto de la sociedad. De hecho, describió Zupiria, este plan de acción requiere de la implicación de la ciudadanía y sobre todo del Gobierno que, además de actor principal, debe asumir el papel de “animador” dentro de esa estrategia para la promoción del euskera.
La Agenda del Euskera “pretende continuar impulsando una política lingüística decidida y sostenible para acelerar el avance experimentado”, se apostilla en el documento presentado ayer. Este impulso se quiere hacer efectivo mediante el consenso y la colaboración entre instituciones, agentes sociales y expertos. Además, una comisión de seguimiento velará por el cumplimiento del plan, que incluye 25 indicadores “cuantificables” de manera que en 2020 “pueda ser evaluado el grado de cumplimiento”.