VITORIA - Un chaval gordito no es sinónimo de salud, más bien es un signo preocupante. Por eso, mantener el peso de los niños vascos raya es el objetivo de la ambiciosa hoja de ruta que el Gobierno Vasco abordará el próximo año para combatir la obesidad infantil. El departamento de Salud ha apostado por implicar a todas las instituciones y a todos los sectores para conseguir reducir las causas de uno de los principales problemas de salud pública actuales, la obesidad. Para ello, tras las recientes iniciativas presentadas para promover la alimentación saludable, -que tiene previsto den sus frutos en tres años- está previsto implantar el Plan de Prevención contra la Obesidad Infantil. Todos los grupos del Parlamento Vasco ya instaron el pasado mes de junio a Salud a que a lo largo de 2018 presente un plan de choque con medidas basadas en la información, la educación sanitaria, la actividad física y la alimentación saludable.
El estudio Aladino, uno de los referentes en materia de desarrollo infantil, muestra que en Euskadi los índices de obesidad de los niños y niñas están considerablemente por debajo de la media estatal. En concreto, la prevalencia de sobrepeso y obesidad es del 34% mientras que la media estatal está en el 41%. En relación a la tasa de obesidad infantil, evidencia que en Euskadi es del 11%, mientras que la media estatal se sitúa en el 18%. La situación en la CAV es también mucho mejor que en países como Estados Unidos, Canadá o Reino Unido.
Sin embargo, el Gobierno Vasco quiere poner coto a los kilos de más porque ha constatado que hay datos para el desánimo. Así, el 51,2% de la juventud vasca no consume fruta de forma diaria y nueve de cada diez no cumplen con la recomendación de cinco piezas diarias. Para más inri, el 82% no prueba la verdura. Además el exceso de peso afecta a la mitad de la población de 15 años, siendo mayor en los hombres que en las mujeres. Esta realidad, extraída de la Encuesta de Salud del País Vasco, ha llevado al Gobierno de Iñigo Urkullu a poner en marcha un proyecto para mejorar la salud a través de una alimentación saludable que reduzca la ingesta de sal y azúcares libres.
El menú escolar, a dieta Entre las actuaciones, por ejemplo, un exhaustivo plan en los comedores escolares. Y es que el exceso de grasa de los más pequeños también obliga a poner a dieta los menús que se sirven en los centros educativos con una consigna básica, “cocinar con la mejor materia prima posible, en algunos casos ecológica, y lo más cerca posible a la hora de consumo”. Alimentos y calorías según grupo de edad, establecer una duración correcta de las comidas y la supervisión de los menús por profesionales, figuran entre las pautas.
Asimismo el Departamento de Salud pretende lograr un vending “inteligente y saludable” que implica lograr que la mitad de los productos ofertados en este tipo de máquinas cumpla con los criterios de prevención de la obesidad. O, lo que es lo mismo, que uno de cada dos productos que se venden en estas máquinas de snacks sean frutas, verduras y otros alimentos sanos.
Todo ello porque la obesidad es la consecuencia más visible e inmediata de una mala alimentación y la falta de actividad física que provocará, según las previsiones, que en 2025 una quinta parte de la población mundial sea obesa. La magnitud del problema ha llevado a organismos internacionales y gobiernos a tomar medidas ya que es indiscutible la relación entre la alimentación y el estado de salud de las personas. En Euskadi, el diseño e implantación de una estrategia de alimentación saludable es uno de los objetivos del Plan de Salud 2013-2020. Enmarcado en dicha estrategia se está desarrollando este plan específico de prevención de la obesidad infantil, uno de los compromisos adquiridos en el Programa de Gobierno para esta legislatura.
Días después de la presentación de las iniciativas vascas, la ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Dolors Montserrat, anunciaba que el Gobierno de Madrid ultima el primer Plan de Colaboración para la Mejora de la Composición de Alimentos y Bebidas en España 2017-2020, que contempla la reducción paulatina en un periodo de tres años del 10% del azúcar, sal y grasas de los productos de la cesta de la compra.
Productos de gran consumo “Todas las empresas se están comprometiendo con la salud y tienen mucha voluntad. Se trata de productos del gran consumo infantil y familiar y, aunque por separado la reducción sea pequeña, en conjunto es muy importante para los consumidores dicha bajada. Esto va a marcar tendencia y será solo el principio”, recalcó Mª Ángeles De Re, coordinadora de la Estrategia NAOS. Ahora bien, la reducción no va a ser apenas percibida por el consumidor, ya que por ley no va a ir incluida en el etiquetado. Lo que se pretende es que “sin casi darse cuenta” los ciudadanos vayan consumiendo menos azúcares, sal y grasas en su dieta.
Y es que, tal y como se argumenta, a pesar de que España ha conseguido frenar el aumento de la obesidad infantil y adolescente, reduciendo el exceso de peso en más de un 3%, el Gobierno “no se conforma y seguirá trabajando para que la obesidad desaparezca e impere la dieta mediterránea”. “Las generaciones venideras están en juego y nuestra responsabilidad como ciudadanos, educadores, profesionales, abuelos, padres, tíos o amigos es ayudar a los más jóvenes a tomar decisiones que beneficien su salud, bienestar y envejecimiento”, subrayó la ministra Montserrat.
Productos. El Ministerio de Sanidad negocia con las empresas bajar un 10% el azúcar. La medida afectará a miles de productos como galletas, yogures, zumos o bebidas carbonatadas.
Distribución. Afectará no solo a la fabricación, sino también a la distribución, al vending, a la restauración moderna y al catering.
La multinacional francesa Danone prevé reducir un 22% los azúcares añadidos en sus productos lácteos fermentados en España hasta 2020, una iniciativa que ya inició en 2014 para ofrecer opciones más saludables.
Se trata de un compromiso nutricional de la compañía, que a nivel mundial se ha marcado una reducción del 12,8% del azúcar en sus productos azucarados en los próximos dos años.
La compañía destina anualmente 330 millones de euros a I+D, área que cuenta con un total de 1.624 científicos en 40 países. De hecho, el año pasado lanzó al mercado 339 nuevos productos, un 40% de ellos nuevos.
64%
Los productos con alto contenido en azúcares, sal y grasas suponen el 64% de las calorías totales que se aportan en la cesta de la compra. Y son consideradas como calorías vacías.