Bilbao - ¿Qué tipología de juego es la que más está creciendo en los últimos años?
-Desde la legalización del juego on line se ha incrementado el número de personas que usan esa tipología del juego, sin embargo, sigue siendo el juego presencial el que tiene más adeptos y uno de los reyes es la apuesta deportiva.
¿Cuál es el perfil del jugador?
-Eso varía también en función del tipo de juego. Uno de los aspectos importantes que han tenido lugar en los últimos años es que ha habido un cambio muy importante con respecto a ese perfil. Hace unos años era de una persona de 40 a 50 años aproximadamente, varón; y en este momento ha aumentado el número de jugadores jóvenes o adolescentes.
¿Por qué?
-Hay muchos factores que están en la base de esa situación. Uno de ellos es la normalización del juego. Otro es que la tipología del juego está cada vez más cercana a intereses de jóvenes y adolescentes, ahí está el caso de la apuesta deportiva. El deporte es visto como algo muy positivo entre los jóvenes y se ha introducido la apuesta en el ocio. Ya no es solo interesante o excitante ver un partido de fútbol, sino que, además, se genera un aliciente mayor a través de una apuesta.
¿Qué papel juega la publicidad?
-Ha habido un incremento exponencial en los últimos años de la publicidad que recibimos. Todos estamos acostumbrados hoy en día a ver muchísima cantidad de publicidad relacionada con el juego. Está estudiado que, de alguna manera, cuando estamos viendo un partido de fútbol y tenemos toda la excitación, todo el nerviosismo, no somos capaces de ser críticos y de distinguir y discriminar que eso es publicidad, que no es verdad. Esto es especialmente importante en el caso de los jóvenes. Es verdad que hay unas horas, unas franjas, para no emitir determinados anuncios de juego, pero si estás viendo un partido, un Madrid-Barça, seguramente habrá menores viéndolo también.
¿En qué momento se pasa de jugador habitual a tener una adicción?
-Hay varias clasificaciones. Una de ellas es juego social, que es lo que muchos hacen en algún momento, como la lotería; luego estaría el juego problemático y cuando éste se convierte en adicción pasaría a ser juego patológico o lo que llamamos trastorno del juego. Una de las características principales que tiene el trastorno del juego tiene que ver con la interferencia con la vida, cuando afecta a áreas como el rendimiento escolar, el trabajo, la pérdida de amigos, las relaciones sociales... hay aislamiento, mentiras en la familia. La persona no es capaz de controlar por sí misma el juego.
¿Hay personas más vulnerables a caer en la adicción?
-Hay aspectos que tienen que ver con la dificultad para la regulación de las emociones; con la búsqueda de sensaciones; con dificultades, por ejemplo, para el afrontamiento de problemas, en ese sentido un poco más relacionado con la impulsividad. Pero también es importante dejar de ver las variables más intrapsíquicas, más personales, para pensar que hay un montón de variables contextuales. Hay muchos aspectos en el entorno de las sociedades, de lo que normalizan, lo que piensan. En el momento en que tenemos disposición y disponibilidad para desarrollar una determinada acción, es decir, si tenemos en el entorno mucha disponibilidad de algo, es mucho más fácil que lo conozcamos y que podamos desarrollar un problema en ese sentido. Hay que tener en cuenta que los jóvenes y adolescentes están formando su cerebro, y es mucho más probable que sean más impulsivos, con muchas más dificultades.
¿Qué tipo de juego crea más adicción?
-Los juegos que crean más adicción son los que tienen un lapso de respuesta corto. Otra de las cosas importantes es también que la persona sienta que tiene control sobre lo que está haciendo. En muchas ocasiones las personas creen que porque tienen conocimientos sobre un determinado deporte son capaces de controlar el azar. Y también que el premio sea grande.