Iruñea - El abogado de la víctima de la supuesta violación grupal de los Sanfermines en 2016, Miguel Ángel Morán, afirmó ayer durante la presentación de su informe de conclusiones, que los acusados “se impusieron por superioridad física y numérica para provocar intimidación y miedo” en la joven denunciante. Durante la defensa de su informe, Morán ratificó su petición de 24 años y nueve meses de prisión para cada uno de los cinco acusados.

El abogado sostuvo que “la declaración de la víctima es clara, precisa y consistente” y añadió que “los hechos objetivos avalan su testimonio”. “Los vídeos y los testigos dan total credibilidad a la versión de la chica”, destacó. Además, resaltó que el testimonio de la joven denunciante “se hizo con total desconocimiento de las pruebas. No hay en la denuncia circunstancias por resentimiento o venganza como intentaron alegar los acusados. Ellos han intentado probar una versión que es increíble y las contradicciones que tienen corroboran que es falsa”, indicó.

Morán defendió que la versión de la denunciante es “corroborada” por pruebas y por testigos. En este sentido, el abogado hizo hincapié en “la superioridad física y numérica de los acusados para provocar intimidación y miedo” y a este respecto citó el lugar donde sucedieron los hechos. “Era un habitáculo de pequeñas dimensiones y, al estar rodeada, no existía posibilidad de huir”, describió.

En este sentido, puso en valor la declaración de la víctima en la que aseguró que antes de entrar al portal escuchó las expresiones “abierto” y “vamos, vamos”, y que posteriormente le agarraron de las muñecas y le introdujeron en el portal. La joven también explicó que comenzó a sentir “miedo” al entrar en el cubículo donde “se sintió sometida y cerró los ojos”; un hecho que según Morán queda probado con los vídeos.

Asimismo, la acusación particular señaló que “los hechos objetivos avalan su testimonio”, enfatizó. Así, resaltó que tanto los testigos como los agentes de la Policía Municipal y las trabajadoras sociales -quienes estuvieron con la joven en las primeras horas posteriores a los hechos- han dado credibilidad a su versión. “Todos los testigos corroboran que la víctima no fingía ni exageraba”, resumió. En cuanto al testimonio de la policía que el pasado jueves señaló que la víctima le comentó que sabía que le habían grabado, Morán calificó esa declaración de “sorpresiva”. En este sentido, apuntó que tanto el agente instructor del caso como otro de los policías presentes durante la declaración confirmaron la versión de la joven en el sentido de que no era consciente de que la estuvieran grabando.

El valor de los informes Morán también quiso dejar constancia de que durante el juicio se han ratificado los informes policiales y científicos. Sobre el informe de lesiones, recordó que concluía que la joven tenía marcas “compatibles con una agresión sexual”. En cuanto al informe psicológico, defendió que las peritos aseguraron que la joven era “sincera en su relato” y “que sufre estrés postraumático”. Destacó también que estas expertas aseguraron que la joven “no tiene por qué recluirse” y que tenía que “aparentar vida normal para que nadie le relacionase con el caso”. Acerca de la confrontación con un perito de las defensas que señala lo contrario, Morán aseguró que dicho informe “tiene total falta de rigor”. Por otro lado, el letrado incidió en que los vídeos grabados por los acusados “también prueban” la versión de la denunciante y afirmó que en estos se ve cómo la joven está “con los ojos cerrados y la cara inexpresiva mientras los acusados se encuentran en un ambiente festivo”.

También remarcó que en los vídeos no se escucha “ninguna voz femenina” mientras que las expresiones de los acusados se producen “en tono imperativo”. El abogado de la joven denunciante también señaló que “la versión de la defensa no se acomoda con un razonamiento lógico”. Igualmente destacó lo que considera “contradicciones”.

Por ejemplo, que según las declaraciones de los acusados la denunciante miraba al móvil mientras le grababan, algo que, según la acusación particular, queda desmentido en los vídeos. “Cómo lo va a saber si estaba con los ojos cerrados”, ilustró. Otra de las “contradicciones”, según el abogado, es que los acusados aseguraron que la joven dijo que “podía con dos y con cinco. Pero cómo iba a decir cinco si en todo momento ella creía que eran cuatro” los presuntos agresores. - E.P.