vitoria - “Las listas de espera no disminuyen por hacer más actividad. Así llevamos treinta años y las esperas persisten”, zanjó ayer el consejero Jon Darpón, quien defendió en la Comisión de Salud del Parlamento Vasco que “reducir las listas no pasa solo por invertir en instalaciones y profesionales, sino también por organizar mejor el servicio y planificar y racionalizar la demanda de tratamientos”, por lo que apostó, entre otras actuaciones, por controlar la demanda quirúrgica.

En la misma línea se pronunció el director de Asistencia Sanitaria, Andoni Arcelay, quien puso de manifiesto la diferencia que hay entre unos centros y otros en los criterios de indicación a la hora de practicar una intervención. “Tenemos que unificar criterios para reducir la variabilidad en procesos como cataratas, hernias o varices. Para luego seguir con otros procedimientos como prótesis de cadera, rodillas etc... “, explicó.

Arcelay también insistió en la necesidad de “detectar aquellas técnicas o procesos que aportan poco valor a la atención sanitaria”. Y a hacer una priorización con criterios específicos para poder emitir recomendaciones consensuadas por grupos de técnicos siempre basadas en la evidencia científica y tratar de descartar las prestaciones de poco valor”. Así, puso como ejemplo, la artroscopia de rodilla en procesos leves “que es cuestionado en la bibliografía científica”, dijo.

Darpón y Arzelay presentaron el Plan de Acción de Listas de Espera, que plantea potenciar las operaciones y consultas externas en horario de tarde y derivar intervenciones a centros privados concertados, además de crear listas “compartidas” entre centros y establecer consultas específicas de enfermería, entre otras medidas.

A juicio de Darpón, en los últimos cuatro años, la demora media en la lista de espera quirúrgica se ha logrado mantener en alrededor de los cincuenta días y en diez días menos que lo establecido en 2006 a pesar de que en los últimos tres años, el número de intervenciones ha subido un 10%. “La demora se produce en las patologías ligadas al envejecimiento: en Oftalmología, porque operamos muchas cataratas, o en Traumatología, porque hacemos mucha caderas y muchas rodillas”, especificó.

En su comparecencia, Darpón valoró que Osakidetza cumple con los objetivos de demora aprobados de treinta días para operaciones de cáncer, o noventa para cirugía cardiaca y recordó que “la lista de espera cero no existe” en ninguna sanidad pública y expresó su deseo de mejorar las demoras actuales y evitar la “autocomplacencia”. Sin embargo, recalcó que son “tiempos de espera razonables, que están por debajo de los sistemas de salud de otras comunidades autónomas y de la media estatal”.

Tras escuchar al consejero, la parlamentaria de EH Bildu Maider Otamendi reconoció que “le gusta la música” del plan porque incluye “propuestas interesantes”, pero rechazó otras como la derivación de intervenciones a centros privados y la autoconcertación, es decir, contratar a los propios médicos de Osakidetza para que operen fuera de su horario. Desde Elkarrekin Podemos, Juan Luis Uria planteó una generalización del turno de tarde para aligerar las demoras siempre con carácter “voluntario” y una posible “actualización” de los objetivos de tiempo de espera a la vista de que los procedimientos técnicos han mejorado.

demora media. La demora media en la lista de espera quirúrgica se ha mantenido en alrededor de los 50 días, a pesar de que la actividad quirúrgica se ha incrementado en los últimos tres años en un 10%.

plazos actuales. Osakidetza cumple con los objetivos de demora aprobados en 2006; 30 días para operaciones de cáncer, 90 para cirugía cardiaca, 180 como máximo para el resto de procedimientos quirúrgicos y 30 para consultas externas.