Bilbao - El secretario general de Derechos Humanos, Convivencia y Cooperación del Gobierno Vasco, Jonan Fernández, advirtió ayer de que “los poderes” aceptan los Derechos Humanos “como referencia subordinada a una ideología”, lo que denominó “buenismo estético”. Fernández participó en el acto de apertura del congreso Proteger a quien defiende, organizado por el Comité de Ayuda al Refugiado (CEAR) de Euskadi y el Colegio de Abogados de Bizkaia, y que ayer y hoy aborda la responsabilidad de la comunidad internacional en la protección de los activistas de los Derechos Humanos ante los riesgos que corren en el desempeño de su trabajo.
En su intervención, Jonan Fernández sostuvo que los DD.HH., la dignidad de las personas y la solidaridad adquieren todo su sentido “cuando se consideran principios jerárquicos superiores, no subordinados ni meros elementos decorativos”. Destacó que en este momento “la defensa de los DD.HH. consiste en participar en el pulso entre el individualismo y la solidaridad” ya que “el eje que gane plasmará su ideología en las próximas décadas”. También dijo que se trata de una defensa que debe llevarse a cabo en una dimensión “universal, y no solo local”. En su opinión, asistimos al “cuestionamiento” de principios como la dignidad humana, los derechos humanos o la solidaridad, que hasta ahora se consideraban incuestionables.
Fernández recordó a los asistentes al congreso que el Gobierno Vasco cuenta desde 2011 con un programa de protección temporal de activistas de Derechos Humanos, por el que han pasado 16 personas (9 mujeres y 7 hombres) de cinco países diferentes. “En un mundo globalizado, con amenazas globales para los derechos humanos, la actuación de un gobierno como el vasco debe intentar -con toda modestia pero con toda la determinación- unir fuerzas en el ámbito internacional para defender una cultura de paz y convivencia basada en el respeto de los derechos humanos y el pluralismo”, concluyó.
Activistas asesinados Según datos del CEAR, en 2016 un total de 281 activistas de los Derechos Humanos fueron asesinados en 25 países y casi la mitad de ellos (49%) defendían los derechos de la tierra, el territorio y las poblaciones indígenas.
CEAR destacó también que, según Naciones Unidas, los activistas que en la actualidad se enfrentan a mayores riesgos son mujeres de organizaciones feministas y personas que trabajan en la defensa de derechos de los homosexuales, bisexuales y transexuales. También corren peligro las personas que defienden los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales, especialmente aquellas que reivindican el derecho a la tierra, al territorio, poblaciones indígenas, campesinas y afrodescendientes, y los que trabajan por los derechos de las minorías.
La jornada de ayer del congreso Proteger a quien defiende -la primera de dos- contó también con la participación del relator especial de las Naciones Unidas sobre la situación de los defensores de derechos humanos, Michel Forst, así como activistas de diversos países -Guatemala, Colombia, el Sáhara Occidental y México-, quienes dieron su visión de los mecanismos existentes de protección y de los riesgos a los que se enfrentan. - DNA/Efe
Víctimas. Según Front Line Defenders, en 2016 fueron asesinados 281 defensores de DD.HH. en 25 países, de los que el 49% defendían los derechos de la tierra, el territorio, y las poblaciones indígenas.
Riesgos. El nivel de riesgo al que se enfrentan los defensores aumenta en relación a las amenazas recibidas y la vulnerabilidad del grupo.
Protección. El Programa Vasco de Protección Temporal facilita la acogida de estas personas en Euskadi, por un periodo de seis meses.