BILBAO. El proyecto, financiado por la Comisión Europea, se llama "Piccolo" y se desarrolla a través de un consorcio formado por el Hospital de Basurto y el Biobanco Vasco del Departamento de Salud, que promueve la innovación del sistema sanitario de Euskadi.

"Piccolo" busca desarrollar un endoscopio que, a través de una toma de imágenes, analice con precisión la estructura de la lesión, para poder revertirla eficazmente.

El nuevo endoscopio permitirá a los profesionales conocer mejor el diagnóstico de la lesión sin extirpar el pólipo, además de diferenciar en tiempo real si este es benigno, premaligno o si ya ha degenerado en un cáncer.

Actualmente, cuando se detectan múltiples pólipos en un paciente, el procedimiento estándar es eliminar todos ellos y realizar después un análisis microscópico del tejido.

La extirpación innecesaria de estos pólipos no malignos conlleva un aumento del riesgo para los pacientes, por eso identificar los pólipos malignos en una fase temprana con "Piccolo" aportará grandes avances en la lucha contra el cáncer.