París - Doce grandes urbes de cuatro continentes acordaron ayer en París dejar de adquirir autobuses propulsados por combustibles fósiles de aquí a 2025 y que una “gran área” de sus ciudades, especialmente el centro, sea de “cero emisiones” en 2030. Los alcaldes de las europeas París, Londres, Barcelona, Milán y Copenhague, de las americanas Los Ángeles, Seattle, Vancouver, México y Quito, de la africana Ciudad del Cabo y la oceánica Auckland lanzaron este compromiso para convertirse en la punta de lanza del movimiento urbano contra el cambio climático.

La alcaldesa de París y anfitriona del acuerdo, Anne Hidalgo, fue la encargada de detallar esta iniciativa, dirigida a hacer “calles más seguras y accesibles”, a conseguir “un aire limpio” y a “mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos”.

Una tercera parte de las emisiones de gas de efecto invernadero de las ciudades englobadas en el grupo C40 -que reúne a más de 90 de las mayores urbes del mundo- proviene del tráfico. Además, los signatarios del pacto señalaron que la congestión del transporte rodado cuesta a la economía en torno a un 1% de su PIB.

Por ello, para cumplir con los dos objetivos proclamados ayer, los alcaldes se comprometen a aumentar el número de calles peatonales y de carriles bici, reducir el número de vehículos contaminantes en sus ciudades, renovar su flota con autobuses de cero emisiones y hacer públicos cada dos años sus progresos en la materia.

Hidalgo se mostró especialmente agradecida al empresario y exalcalde de Nueva York Michael Bloomberg, “sin cuyo apoyo no podríamos organizar algo así”. Para la regidora de Barcelona, Ada Colau, “no es casualidad que las ciudades sean protagonistas” en la lucha contra el cambio climático, ya que viven en primera persona los efectos de la polución.

“Tenemos Estados que muchas veces compiten entre ellos, que hacen declaraciones pero tardan demasiado en llevarlas a la práctica. Y las ciudades vemos cómo los niveles de contaminación siguen aumentando y eso perjudica a la salud de nuestros ciudadanos”, dijo la alcaldesa de Barcelona en una declaración a la prensa junto a varios de sus homólogos.

Colau explicó que el próximo 1 de diciembre entrará en vigor en Barcelona la prohibición de que los vehículos más contaminantes circulen en los días de episodios de alta contaminación, aunque agregó que espera que esto se generalice a partir de 2020.

En sentido similar se expresó el alcalde de Quito, Mauricio Rodas, quien consideró que las ciudades “tienen ahora una gran oportunidad para ganar influencia al negociar políticas de lucha contra el cambio climático”. Rodas recordó que el 56% de las emisiones de carbono en su ciudad provienen del sistema de movilidad, por lo que los esfuerzos se han enfocado en ese área. También presente en el acto, el alcalde de Los Ángeles, Eric Garcetti, enfatizó que “el cambio climático no solo es real, sino que tiene efectos sobre los seres humanos”. - Efe

Para la regidora de Barcelona, Ada Colau, “no es casualidad que las ciudades sean protagonistas” en la lucha contra el cambio climático, ya que viven en primera persona los efectos de la polución. “Tenemos Estados que hacen declaraciones, pero tardan demasiado en llevarlas a la práctica”.