pamplona - El corredor navarro tendrá un coste mínimo superior a los 3.000 millones de euros, y para que el Estado pudiese cumplir su promesa de tenerlo construido en 2023 tendrían que acometerse más de 200 kilómetros de alta velocidad en apenas tres años. Es la lectura que puede sacarse de las declaraciones que el pasado día 5 de octubre hizo el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, durante un encuentro con empresarios en Zaragoza. Allí, y entre otros asuntos, el titular de obras públicas habló de fechas y cifras concretas del coste de la infraestructura en Navarra, y que según sus datos oscilaría entre los 2.434 y los 3.386 millones. Un cálculo con casi mil millones de diferencia de un supuesto a otro (según la conexión que se elija para la Y vasca), que no incluye el precio de una actuación fundamental como el bucle de Pamplona ni la estación de Tudela, y que no actualiza el coste de tramos diseñados en 2010. De hecho, solo dos subtramos prometió el ministro que se licitarán antes de terminar el año: aquellos que comprometió con UPN para que los regionalistas apoyasen a Rajoy en la votación de los Presupuestos Generales del Estado. Es decir, los 15,29 kilómetros que unen Villafranca-Peralta y Peralta-Olite.
De la Serna no dijo en su acto en Zaragoza nada del bucle ferroviario de Pamplona, otro punto fundamental en el que la vía conecta con la capital navarra y orienta su dirección hacia la Y vasca, antesala de la salida a Europa. Propiamente, la vía sur que parte de Castejón conecta con la Comarca de Pamplona en Esquíroz, desde donde se conecta con Zuasti con parada en Pamplona, donde se preveía construir una nueva estación. Esto implicaría deshacer el nudo ferroviario de la capital, una reordenación costosa y complicada que se pensaba sufragar con una operación urbanística desfasada. Consciente de esta situación, el Gobierno foral propuso en septiembre al Estado la creación de un grupo de trabajo que permita actualizar y acompasar una solución para el bucle de Pamplona con el resto de obras del corredor. Además, Navarra propone sufragar al 50% la construcción de la nueva estación en la capital.
La última actuación de la que habló De la Serna fue la unión entre Pamplona y la Y vasca, con la que hay dos alternativas de conexión: o bien por Vitoria o bien por Ezkio-Itsaso. Las diferencias entre ambas son abismales. Seguir hasta la capital vasca dejaría este tramo en 719 millones, pero tomar la alternativa de Ezkio elevaría los costes hasta los 1.671 millones, ya que hay que salvar la compleja orografía de la zona. En julio hubo una reunión a tres bandas entre los gobiernos de Navarra, CAV y España en la que se acordó tomar una decisión al respecto antes de acabar el año, una vez se conozca el estudio informativo.