Donostia - Miembros de asociaciones locales y técnicos de euskera de municipios y comarcas de las vecindades vascas se reunieron el pasado fin de semana en Donostia para apropiarse de la puesta en marcha de la dinámica 365 egun con el objetivo de trabajar en común desde la diversidad de las realidades locales, y con el apoyo de los ayuntamientos y las instituciones públicas, en la organización de un proceso de un año y un día que contempla “activar” a los euskaldunes para que durante 11 días precisos del otoño del 2018 hablen y oigan euskera en las calles.
Mejorar el nivel de la efectiva utilización del euskera es la gran asignatura pendiente. Antes se pensaba que si mejoraba el nivel de conocimiento del euskera, su uso aumentaría automáticamente pero no ha sido así, según reconoció la viceconsejera de Política Linguística del Gobierno Vasco, Miren Dobaran. El proyecto fue presentado por la federación de asociaciones Euskalzaleen Topagunea y diseña una metodología para la participación activa de las organizaciones sociales del ámbito del euskara, así como de los ayuntamientos, en ejercicios para lograr la implicación de vecinos y empresas en el uso del euskera.
“hecho con ilusión” Al concejal de Getxo Koldo Iturbe le pareció un proyecto hecho con ilusión y capaz de crear ilusión dado que se basa en motivar a los propios parlantes. En su opinión, el trabajo común de las asociaciones y las instituciones constituyen las raíces adecuadas de la iniciativa: “En Getxo estamos preparados” dijo. También la responsable del servicio de euskera del Ayuntamiento de Iruñea, Inma Errea, valoró la viabilidad del proyecto, aunque reconoció que al principio lo veía como algo abstracto. Dijo además que hay que aprovechar el momento político que supone que en las instituciones navarras se hayan aglutinado fuerzas que defienden el euskera al menos en teoría.
El objetivo de la dinámica es poner en común el trabajo de actores locales que luego adaptarán la búsqueda de la participación ciudadana a las características sociolingüísticas de cada lugar. De puertas afuera se han contado las grandes líneas de la iniciativa pero sin desvelar los modos en que se activarán a los ciudadanos. Los delegados trabajaron por equipos reflexionando en torno a las responsabilidades que es necesario delimitar en la organización del proceso. Según la coordinadora Arrate Illaro, la dinámica 365 egun exige ir cumpliendo etapas paso a paso para que los resultados sean beneficiosos y enriquecedores.
Una nueva fase para el euskera Por su parte, el miembro de la asociación Galtzaundi Kike Amonarriz estimó que la iniciativa recoge las principales claves para superar la situación en la que se encuentra el euskara, ya que “aborda una nueva fase en la normalización de nuestra lengua materna colocando a los euskaltzales en un nuevo paradigma basado en el trabajo común y la activación real; he visto que la gente tiene ganas, he visto la posibilidad de trabajar en común e innovar, y he visto que sobre estas bases dentro de dos años estaremos en un escenario distinto al actual” dijo Amonarriz.