Sevilla - La jueza decretó ayer prisión provisional sin fianza para dos hombres y una mujer detenidos por la muerte de tres personas cuyos cuerpos fueron hallados en una casa en Dos Hermanas (Sevilla), que podrían corresponder a Sandra Capitán, su hija Lucía y su pareja, desaparecidos el pasado 17 de septiembre.
La titular del juzgado de instrucción 19 de Sevilla, que instruye la investigación de las tres desapariciones, decretó auto de prisión provisional comunicada y sin fianza para los tres detenidos como presuntos autores cada uno de ellos de tres delitos de asesinato y tres de detención ilegal, después de que comparecieran ayer en el juzgado y siguiendo la petición realizada por la Fiscalía. Los detenidos fueron arrestados por la Policía Nacional el sábado pasado y fue la declaración de uno de ellos en comisaría la que llevó hasta una casa situada en el número 168 de la calle Cerro Blanco del barrio del mismo nombre en la localidad sevillana de Dos Hermanas.
Se trata de los propietarios de la vivienda, un hombre apodado el Pollino en el vecindario, su mujer, y el padre de él, según fuentes policiales. Los tres declararon, aunque la mujer y el padre del Pollino lo hicieron durante apenas diez minutos, mientras que la declaración de este se prolongó durante más de una hora.
La Policía encontró en la casa una masa de hormigón echada recientemente en un patio y, tras pedir ayuda a la Unidad Militar de Emergencia (UME) para excavar con maquinaria adecuada durante todo el domingo, halló los restos de tres cuerpos en un pozo ciego enterrados en sosa cáustica, por lo que se encuentran muy deteriorados.
Fuentes del caso señalaron que la autopsia de los tres cuerpos aún no se ha concluido, por lo que está pendiente la identificación definitiva, si bien sí se confirmó que se trata de un hombre, una mujer y una menor, por lo que todo apunta a que se trataría de Sandra Capitán, su hija Lucía (de 6 años) y su actual pareja, un varón de origen turco con antecedentes policiales relacionados con el narcotráfico, que estaban desaparecidos desde el 17 de septiembre.
El estado de los cuerpos indica que podrían llevar muertos desde el mismo día de la desaparición, cuando el padre de la pequeña Lucía y expareja de Sandra dio la voz de alarma al no poder contactar con ellas.
La Policía descubrió que en la casa donde estas vivían no faltaba nada y que incluso se encontraba la comida a medio cocinar y la mesa dispuesta para comer. Todo ello complica las labores forenses, por lo que el delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz, dijo ayer que no es posible afirmar cuándo estará listo el informe de la autopsia. - Efe