berlín - Ayuntamientos y registros civiles de distintas ciudades alemanas abrieron ayer de manera extraordinaria sus puertas para casar a parejas homosexuales el día de la entrada en vigor de la ley que legalizó el matrimonio de personas del mismo sexo.
En Berlín, Hamburgo o Hannover se registraron las primeras bodas de gais y lesbianas decididos a formalizar su relación en la primera jornada posible y convertirla en un símbolo de su lucha por la igualdad. “Finalmente dejamos de ser parejas de segunda clase”, señalaba a los periodistas en vísperas de su enlace Bodo Mende, activista de 60 años que contrajo ayer matrimonio con Karl Kreile, tras casi cuatro décadas de relación. La suya fue probablemente la primera boda del día, celebrada a las 09.30 horas en el Ayuntamiento del distrito berlinés de Schöneberg y rodeada de fotógrafos y cámaras de televisión para inmortalizar un momento. La ley que legalizó el matrimonio homosexual en Alemania se aprobó in extremis el pasado junio. - Efe