madrid - El año hidrológico concluye hoy con un 14% menos de lluvia de lo normal, lo que agrava la situación de sequía en toda España, en especial en el noroeste peninsular, donde las precipitaciones siguen muy por debajo de la media. El año hídrico (1 octubre-30 septiembre) finaliza con un estado entre “seco y muy seco” y una precipitación media de 550 litros por metro cuadrado, casi 100 litros por debajo de la media que es de 640 litros, avanzó Ana Casals, portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología.

En el conjunto de las comunidades con más carencia de precipitaciones, destacan, por su excepcionalidad, numerosas áreas del noroeste peninsular donde las lluvias están muy por debajo de la media. En este contexto, Casals enumeró amplias zonas de Galicia, Asturias, Cantabria y Castilla y León y algunas zonas de Canarias occidental, zonas aisladas de Extremadura e interior de Andalucía, donde las lluvias se sitúan por debajo del 75%.

sin cortes de agua previstos Ante la previsión meteorológica de un octubre escaso en lluvias y más cálido de lo habitual y la incidencia de la sequía, expertos consultados se han manifestado respecto a un hipotético corte de agua, los próximos meses, en el consumo humano. Gonzalo Delacámara, director académico del Foro de la Economía del Agua, ha explicado que, de momento, España está lejos de un supuesto corte al abastecimiento humano por una razón básica: la ley de agua española establece jerarquías de usos y, en un supuesto de restricciones, el último uso en verse afectado sería el humano.

a la búsqueda de soluciones Da igual que estén basados en criterios científicos, pseudocientíficos o en saberes ancestrales porque ya sean ingenieros agrónomos, zahoríes o cabañuelistas todos aportan y todos son demandados por el agricultor y el ganadero cuando la sequía diezma sus explotaciones.

España, inmersa en un ciclo de sequía, sufre problemas de agua para abastecer al ganado y regar los cultivos. Y cada vez que esto ocurre, recobran protagonismo por ejemplo los zahoríes, personas con un instinto o un sentido especial para detectar cambios de electromagnetismo en el suelo provocados por la presencia de corrientes y bolsas de agua subterráneas, como es el caso del malagueño José Antonio Barboteo.

Lleva más de una década desplazándose a fincas para señalar en qué punto concreto es recomendable hacer una prospección para sacar agua y comienza cada trabajo recorriendo el terreno con dos varillas metálicas de tal forma que cuando las varillas se cruzan indican que justo debajo hay un paso de agua.

En 92 de cada 100 sondeos encuentra agua, según señala, e indica que ya el año pasado la demanda de sus servicios fue en aumento por la sequía, si bien en 2017 han comenzado a requerirle algunos ganaderos, cuando lo habitual ha sido que le llamen agricultores.

El catedrático de Hidrología de la Universidad de Córdoba (UCO), Juan Vicente Giraldez, no quita valor a la labor del zahorí porque, según remarca, “es posible que haya gente con una sensibilidad especial para encontrar agua, igual que hay otros con una sensibilidad mayor para captar los aromas del vino o animales capaces de predecir terremotos”.

Desde un punto de vista científico, Giraldez apunta a que las características del suelo o el régimen de lluvias de un terreno son algunos de los criterios que estudia un ingeniero para determinar los puntos exactos en los que buscar agua. El experto, según detalla, tendrá que valorar por ejemplo el tipo de suelo, porque uno arcilloso tiene “muchos poros” superficiales que absorben agua pero son de pequeño tamaño y no infiltrarán bien mientras que un suelo de piedra caliza es más proclive a tener acuíferos ya que el agua de lluvia se infiltra, erosiona la caliza y va generando canales subterráneos.

el cielo y el viento de agosto Pero no sólo la búsqueda de agua repunta en época de sequía porque también cobran más protagonismo las predicciones de las ancestrales Cabañuelas, hechas por personas que estudian el cielo y el viento de los primeros 24 días de agosto para determinar cómo será el siguiente año meteorológicamente hablando. Es el caso del cabañuelista Juan Miguel de los Santos, profesor de Secundaria y Químico en Valverde del Camino (Huelva), quien alcanza cerca de un 70% de aciertos en sus predicciones y que reconoce que los agricultores y los medios de comunicación son los más interesados por sus previsiones cuando la sequía aprieta. - Efe