Bilbao- Las familias de la escuela pública vasca cierran el ciclo de entrevistas publicadas por DNA para explicar las posturas de los principales agentes del mundo de la enseñanza ante la apertura del proceso de negociación para alcanzar un pacto educativo. Lurdes Imaz teme que la aprobación de la futura Ley Vasca de Educación sea “un interés de la escuela privada” y advierte de que la confederación de padres y madres no estará en la foto de un pacto “si lo que se persigue es dar un marchamo de normalidad” al reconocimiento del servicio público que piden los centros de la red concertada. Además, la organización ha iniciado un debate interno con las AMPAs para decidir si participa o no en el proceso de reflexión abierto el lunes por la consejera de Educación para recoger las aportaciones del sector porque “no existe una definición del modelo de sistema educativo en el que se deberían estructurar los temas que se proponen a debate”.

Este curso se ha planteado como el curso del pacto educativo pero ¿cuáles los temas que preocupan a las familias?

-Comenzamos el curso con ganas de trabajar en los temas que para nosotros siguen siendo claves. En primer lugar queremos mejorar la escuela pública vasca, fundamentalmente para hacer frente a la segregación que sufre nuestro sistema educativo. Los datos del Consejo Escolar de Euskadi y del propio ISEI-IVEI advierten de que hay una gran diferencia entre el alumnado inmigrante que se escolariza en la red pública y en la privada, siendo la pública la que responde a la mayoría de este alumnado. Hemos planteado una serie de medidas como la creación de una sola oficina de matriculación, que no sea el centro el que matricule sino que en cada pueblo haya una oficina de matriculación para que no pueda haber procesos de matriculación extraoficiales.

¿Los colegios ya pueden elegir jantoki?

-No aún no. Seguimos reclamando al Gobierno Vasco que cambie el modelo de comedores escolares para que los centros y las familias tengan la libertad de elegir si quieren tener catering o que se coma comida local, ecológica y de temporada.

¿Y qué tal llevan los gastos de la digitalización de la enseñanza?

-Si realmente queremos una escuela innovadora tenemos que avanzar en la digitalización, pero eso exige no solo materiales sino también dispositivos y profesorado formado en nuevas metodologías que puedan llevar al aula. Creemos que hay que seguir avanzando hacia materiales educativos educativos digitales accesibles. El Departamento de Educación quería suprimir el Programa Solidario de Libros de Texto, igualar la pública y la privada, y sustituirlo por un programa de becas porque ellos entienden que un estudiante de ambas redes es lo mismo. Si vamos a pasar de un sistema de libros a uno digital lo que pedimos es que tanto las licencias de los materiales digitales como las ayudas a la compra de dispositivos estén en la misma convocatoria y mantengan el criterio de universalidad del Programa Solidario de Libros de Texto, es decir, que se incluya a todo el alumnado y no solo al alumnado becario. Luego hay otros temas clave sobre los que hay que hablar.

¿Como cuáles?

-Parece que las decisiones de la escuela pública se toman de año a año y lo que necesitamos es un plan estratégico a medio-largo plazo. ¿Cuál es el plan del Departamento de Educación para la escuela pública de cara a los próximos años? Hemos hecho un montón de propuestas en el documento Eskola Publika Haratago y eso es sobre lo que tenemos que trabajar.

¿Como familias qué piensan ante las cinco huelgas convocadas hasta diciembre?

-Evidentemente nos preocupa que empecemos el curso con estas huelgas. Lo que tenemos claro también es que muchas de las reivindicaciones que hace el profesorado están relacionadas con la calidad de la educación, es más muchas de ellas nosotras también las hemos reclamado, como son realizar las sustituciones desde el primer día o dar estabilidad al profesorado. Nos gustaría que se sienten los sindicatos y el Gobierno, que es el que tiene que garantizar un servicio educativo adecuado. De cualquier manera esto no es más que una consecuencia de los recortes que se han hecho en la escuela pública los últimos años.

¿El pacto educativo es necesario, tal y como plantea la consejera de Educación?

-De momento no está nada claro sobre qué se quiere llegar a un pacto. Nosotros no estamos de acuerdo con el sistema que tenemos porque es donde más financia a la escuela privada del Estado y a nivel europeo. Creemos que hay que colocar a la escuela pública en el eje del sistema ya que es la escuela pública la que tiene las puertas abiertas a todo el mundo sin excepción, una escuela religiosa evidentemente no.

Bueno, pero la privada es importante porque la mitad del alumnado estudia en la concertada.

-Ya, la pregunta es por qué en Euskadi la mitad del sistema es privado.

¿Y usted por qué cree que es?

-Porque se ha financiado para que tenga ese peso. A nivel europeo esto es una anormalidad absoluta. A excepción de Holanda y Bélgica, los países europeos lo que hacen es financiar la enseñanza pública y permitir que existan centros privados. Y al final hay que tener en cuenta que hemos llegado a un sistema educativo segregado. Si ves los resultados educativos, cada vez hay más diferencias entre el alumnado de la pública y la privada. ¿Qué sociedad queremos?, ¿queremos una sociedad segregada o queremos una sociedad cohesionada? Dependiendo del modelo de sociedad que queramos así habría que diseñar el sistema educativo. Y evidentemente el que tenemos ahora es segregador, no funciona.

En el proceso para llegar al pacto se van a crear cinco grupos de trabajo sobre temas en los que ya existe un cierto consenso entre la mayoría de los agentes como convivencia, euskera, innovación...

-En realidad despista que los temas propuestos por el Departamento sean esos porque los temas importantes y de los que hay que hablar no son esos sino el tema de la segregación, que tenemos una privada muy sobrefinanciada, que la escuela pública necesita mucha más autonomía a pesar de que la Ley de la Escuela Pública Vasca (1993) ya lo preveía. Si la ley de 1993 se desarrollase y aplicase realmente no necesitaríamos hablar de estas cosas porque el marco ya es el adecuado. Hablemos claro, el interés de aprobar una nueva ley es de la privada. Lo que pasa es que tomamos como normal algo anormal, porque no es normal tener un sistema educativo con solo un 50% de escuela pública. Y si realmente lo que se quiere es hacer un pacto para darle un marchamo de normalidad a algo que no lo es, nosotros evidentemente no estaremos ahí.

¿Es posible que con el pacto se logre una salida a los problemas del sistema de modelos lingüísticos?

-No se sabe, en cualquier caso no tiene sentido seguir teniendo un sistema dividido en redes y modelos lingüísticos, porque si la privada segrega los modelos aún más, sobre todo en la pública. A diferencia del modelo A (castellano), que en la privada es un modelo de élite, en la pública aglutina a un montón de gente con unas situaciones socioeconómicas precarias. Eso tenemos que superarlo. Siempre hemos planteado que todo el alumnado cuando acabe la educación obligatoria tiene derecho a conocer y a dominar los dos idiomas oficiales y que teniendo en cuenta que el euskera es un idioma en situación de desventaja debe ser una lengua vehicular. Y a partir de eso cada centro tiene que tener autonomía para adecuar su proyecto lingüístico a su realidad porque dependiendo de la zona o de su alumnado deberá reforzar un idioma u otro. Y no nos podemos olvidar del inglés y el francés en este mundo globalizado.

¿Entendería que el pacto o la ley reconociesen a la red concertada como servicio público?

-Por ejemplo las ikastolas en un momento decidieron ser privadas, lo que no entendemos es por qué quieren cambiar, todos sabemos lo que es público y lo que no. Todo el mundo sabe qué es Osakidetza y una clínica privada, ¿por qué en educación parece que no está tan clara esa línea?

¿Qué entiende por público?

-Público es una organización pública con trabajadores públicos y privado es otra cosa. Lo que no podemos es cambiar la definición de lo público porque en un momento determinado a la privada le interesa, eso no tiene ningún sentido y la gente no es tonta. Es cierto que hay que arreglar cosas en la pública, necesitamos más autonomía y no trabajar encorsetados por normativas, hay que darle una vuelta al tema del profesorado, queremos una escuela pública mucho más participativa... pero lo que no aceptamos es que se cambien las reglas del juego. Si a la privada no le gusta la definición de lo público, que no la desvirtúe y haga con ello un chicle para que pueda entrar en esa definición.

En el hipotético caso de que se apruebe la ley, qué elementos debería integrar.

-Una ley en la que la escuela pública vasca sea el eje vertebrador, que desarrolle un sistema educativo propio que no esté subordinado a la Lomce. Y no queremos una ley que dé legalidad a la situación actual porque no la compartimos, queremos que la pública crezca.