Bilbao - Euskadi no es una isla donde la presencia de la mujer en espacios donde se toman decisiones esté equilibrada. Y la carrera judicial tampoco a pesar de la cuantiosa y valiosa presencia de féminas en el mundo de la judicatura donde “continúa existiendo discriminación”. La denuncia pública fue formulada ayer por María Jesús San José, consejera de Trabajo y de Justicia del Gobierno Vasco, quien reclamó una mayor presencia de la mujer en puestos de responsabilidad. En las instancias judiciales y en todas aquellas en las que así lo merezcan por su capacidades, competencias y capacidades.

Porque el famoso techo de cristal que obstaculiza el crecimiento de las mujeres también dificulta el progreso a puestos con una importante carga profesional. “Todavía hoy no es fácil” ni el acceso ni el reconocimiento, apostillaba. Y eso a pesar de que las mujeres son mayoría indiscutible (66%) en la base de la Administración de Justicia -juzgados de primera instancia, de instrucción, de menores o de violencia de género-, aunque siguen siendo minoría en los puestos de responsabilidad y tribunales superiores.

En este sentido, la consejera exigió arrimar el hombro para echar abajo ese techo de cristal que impide a las mujeres llegar a puestos de responsabilidad. En esta ocasión se refirió en concreto a la carrera judicial [fue la encargada de abrir el congreso Justicia con ojos de mujer? 10 años después, celebrado en el Paraninfo de la UPV/EHU]. Y detalló que si bien las mujeres ocupan hasta el 66% de los órganos judiciales de base su presencia se ve reducida drásticamente en niveles superiores como por ejemplo tribunales superiores (36%) o la Audiencia Nacional (37%), “y solo hay un 12,8% de mujeres en el Tribunal Supremo”.

En la CAV las mujeres suponen el 60% de los jueces, magistrados y fiscales, pero su presencia en el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco “se queda por debajo del 27%”, ilustró San José. Además, otro índice que demuestra el predominio femenino es que casi 8 de cada 10 funcionarios (77% en concreto) del cuerpo de la Administración Vasca de Justicia son mujeres.

En base a estos datos y al escenario, la consejera de Trabajo y de Justicia del Ejecutivo vasco se mostró convencida de la necesidad de dar por agotados tiempos y comportamientos del pasado, desterrar la discriminación y conseguir “avanzar en una representación más equilibrada en los espacios de toma de decisión, en una distribución homogénea de roles que se está produciendo a un ritmo más lento del deseado”, resumía la consejera.

En una línea similar se expresaba, precisamente, Carmen Adán (fiscal superior del País Vasco) quien llamó la atención ante ese mismo hecho: la gran mayoría de los profesionales de la Justicia son mujeres “y sin embargo “en el vértice de la pirámide seguimos teniendo un lamentable déficit”. Confió, no obstante, en lograr los mecanismos para que se pueda “promocionar profesionalmente” a las mujeres en éste ámbito. Otra de las voces que ayer también se dejaron escuchar en este foro fue la de Izaskun Landaida (directora de Emakunde) quien insistió en la necesidad de dar visibilidad social y reconocer públicamente el papel de las mujeres y sus aportaciones.

La consejera San José aprovechó para adelantar que el Gobierno Vasco reforzará el servicio de atención a la víctima de violencia de género para que puedan ir acompañadas jurídica y psicológicamente por profesionales en todas las actuaciones jurídicas y que se sientan “seguras y acompañadas dentro del entramado judicial”. El año pasado fueron atendidas 2.276 personas víctimas de delitos de las que 1.833 eran mujeres; y de ellas 1.084 fueron víctimas de violencia de género.