MADRID. Las investigaciones apuntan a que la mujer reprodujo una supuesta intervención policial que se habría llevado a cabo en un establecimiento hostelero de la capital (en el que la narradora estaba empleada) y que finalizaba con una entrada y registro en el domicilio de los presuntos terroristas.

Una vez confeccionado el audio, la mujer difundió el bulo a través de la aplicación Whatsapp, lo que provocó que la información se difundiera rápidamente a través de las redes sociales, creando con ello una alarma social por el contenido del mensaje, además de provocar una movilización de medios y efectivos policiales importante, según explica la Policía en un comunicado.

Comprobada la falsedad de la información difundida, los agentes detuvieron a la presunta responsable de los hechos. La Policía recuerda que el artículo 561 del Código Penal sanciona a quien afirme falsamente o simule una situación de peligro con entre tres meses y un año de prisión o multa de tres a dieciocho meses.

El Código Penal contempla este castigo para quien alerte falsamente de la producción de un siniestro a consecuencia del cual es necesario prestar auxilio a otro, y con ello provoque la movilización de los servicios de policía, asistencia o salvamento. La Policía Nacional recomienda a los ciudadanos que no compartan informaciones que no provengan de fuentes oficiales.