MADRID - Los efectos psicológicos y las secuelas de los enfermos de cáncer adolescentes y jóvenes pueden reducir la vida laboral de los supervivientes, según expertos en oncología, que han pedido que se mejore la atención sanitaria a estos pacientes. Así lo demuestra el estudio “Nor-cayacs”, presentado en el Congreso de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO 2017) y que asegura que los efectos secundarios de tratamientos pueden presentarse hasta años después la terapia.

El estudio ha indagado en la vida laboral de pacientes con una media de 49 años, a los que se diagnosticó cáncer entre los 19 y los 39 años, y 13 después de haberse sometido al primer tratamiento. Según sus conclusiones, un 60 % de los encuestados estaban trabajando a jornada completa y la menor actividad laboral se concentraba en los niveles educativos inferiores, era más frecuente entre mujeres y en personas con linfedema, depresión y fatiga.

Álvaro Lassaletta, especialista del Servicio de Hemato-Oncología Pediátrica del Hospital Universitario Niño Jesús de Madrid, ha recordado que hace 20 años pasaron de “buscar la curación a tener como objetivo curar a los pacientes con el menor número de secuelas. Según Lassaletta, se potencia la investigación de nuevos tratamientos de quimioterapia con menor toxicidad y de técnicas de radioterapia que reduzcan al mínimo el área de tejidos sanos expuestos a la radiación. - Efe