Madrid - Decenas de víctimas de bebés robados se concentraron ayer ante el Congreso para reclamar la creación de un “censo nacional” de desaparecidos para poder conocer la dimensión de este problema en el Estado, que podría afectar a unos 300.000 recién nacidos. Por segundo año, las asociaciones conmemoraron el Día Internacional de las Desapariciones forzosas con esta concentración, en la que recordaron que “siguen en la lucha” y que no que cejarán en ella hasta que no tengan una solución.

Así lo manifestó Pedro Caraballo, coordinador de Nueva Agora, quien considera imprescindible la creación de un censo nacional de bebés robados para poder dar solución a este problema y “poder cerrar la Transición, que realmente terminará el día que esto haya sido esclarecido”.

Caraballo lamentó que, a pesar de las promesas de los políticos tras su primera concentración hace un año, no haya habido “grandes avances en los últimos meses”, aunque ha reconocido que “se han dado algunos pasos, como es la asignación de 100.000 euros en los Presupuestos del Estado para crear un banco de ADN.

El representante de las víctimas denunció la actitud de la Iglesia, que “está cerrada a cal y canto y ni siquiera nos ha dado la opción de entrevistarnos con algún responsable de la jerarquía eclesiástica”. También criticó las trabas judiciales que, a su juicio, encuentran los abogados de las víctimas, principalmente “las prescripciones no fundadas de las causas”. - Efe