Granada - La asesora jurídica y la psicóloga del Centro Municipal de la Mujer de Maracena (Granada), Francisca Granados y Teresa Sanz, que han atendido a Juana Rivas desde que se trasladó a España en el 2016, se acogieron ayer a su derecho a no declarar pero negaron cooperar en la sustracción de los menores. Granados, la mujer que el lunes entregó en la Guardia Civil a los dos niños de 3 y 11 años para que se reencontraran con su padre, el italiano Francesco Arcuri, detalló que, pese a no declarar, sí han hecho constar que no han participado en la comisión de ningún delito. “De manera rotunda y clarísima que jamás, jamás, en ningún caso, hemos inducido, apoyado o cooperado en la comisión de ningún delito, ni de sustracción de menores ni de nada”, afirmaron Granados y Sanz ante la jueza.

Las dos profesionales estaban citadas a declarar por su presunta intervención como “inductoras” en la sustracción de los hijos de Juana Rivas. Granados defendió que las dos han actuado, como funcionarias de un centro especializado en proteger a las víctimas de violencia, “de la mejor manera posible” y en el marco de sus competencias, y recalcó que durante este año y tres meses han actuado con Rivas igual que con las más de un centenar de usuarias anuales del centro. -Efe