Bilbao - El trabajo solidario y de cooperación que cada año realizan cientos de jóvenes vascos en muchas localidades de Asia, África y América ha tenido este verano una importante novedad: la inclusión de voluntarios de Euskadi en el Cuerpo Europeo de Solidaridad, creado recientemente por la Comisión Europea.
Mientras la actividad de la Juventud Vasca Cooperante cumple 25 años de actividad, con más de 2.500 jóvenes voluntarios que durante tres meses realizan tareas de cooperación al desarrollo, este es el primer año en el que un grupo de 16 vascos de entre 18 y 30 años se han incorporado como voluntarios al Cuerpo Europeo de Solidaridad. Este grupo se trasladó a Nursia, en Italia, para contribuir a reparar los daños y restablecer los servicios sociales de las comunidades locales afectadas por los terremotos que azotaron la región hace un año.
Los dieciséis jóvenes voluntarios forman parte del proyecto La juventud europea por Nursia, dirigido por la organización italiana Kora. Su trabajo consiste en ayudar a reconstruir edificios históricos que sufrieron daños considerables a causa de los terremotos, incluyendo la Basílica de San Benito y el Monasterio de los Benedictinos. También colaborarán con los jóvenes y las personas mayores de Nursia, organizando talleres, actividades al aire libre y actividades culturales.
En esta iniciativa europea hay voluntarios proceden de Austria, España, Francia, Grecia, Hungría y Portugal. El proyecto en el que participan es uno de los tres que el Cuerpo Europeo de Solidaridad ha seleccionado para llevar a cabo actividades en las regiones italianas afectadas por terremotos. El próximo mes de septiembre otros equipos del Cuerpo Europeo de Solidaridad participarán en los dos proyectos restantes, dirigidos por la organización Arci Cultura Solidari y el municipio de Pescara, respectivamente.
Está previsto que de aquí a 2020 un total de 230 miembros del Cuerpo Europeo de Solidaridad trabajen en apoyo de las comunidades italianas afectadas por los terremotos. Unos proyectos que cuentan con 790.000 euros en ayudas.
El Cuerpo Europeo de Solidaridad, creado a finales de 2016, empezó a funcionar hace unos pocos meses. Su objetivo es ofrecer a los jóvenes la oportunidad de participar en una serie de actividades de solidaridad que aborden situaciones difíciles en toda la Unión Europea. Desde su lanzamiento, más de 34.000 jóvenes se han inscrito para formar parte de este Cuerpo. El pasado mes de marzo se inició la puesta en contacto entre jóvenes y organizaciones y desde entonces se ha contactado con unos 15.000 participantes y se han cubierto 700 puestos. Progresivamente se irán sumando más voluntarios hasta alcanzar los 100.000 componentes a finales de 2020.
la cooperación En cuanto al resto de labores que este verano están desarrollando los cooperantes vascos, el departamento de Empleo y Políticas Sociales informó ayer de que las áreas de enseñanza, atención a la infancia, a personas mayores, así como mujeres y niños víctimas de maltrato son algunas de las actividades de la Juventud Vasca Cooperante en las ciudades de Oaxaca, Collique, Cochabamba, Jutiapa ó Chimoio y en otras localidades de Asia, África y América.
Durante estos días, los cien jóvenes que este verano están desarrollando esas tareas de voluntariado y solidaridad informan a la Dirección de Juventud del Gobierno Vasco del avance de los proyectos en los que colaboran, de su aportación y situación personal. Estas comunicaciones dan una idea de la variedad de trabajos que realizan los cooperantes y de las distintas realidades que se encuentran en las pequeñas localidades que les acogen.