donostia - Un total de 158 personas se infectaron con el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) en Euskadi en 2016, una cifra “similar” a la de 2015, que repiten con apenas variaciones en la última década y que constituye un realidad “frustrante” para los colectivos de lucha contra el sida. Así lo expresaron los miembros de la sociedad Harribeltza, Joseba Errekalde y Elías Arizmendi, quienes dieron a conocer la campaña de prevención del sida organizada por su asociación para este verano.

Errekalde explicó que, según datos facilitados por Osakidetza, el 79,7% de las nuevas infecciones corresponde a hombres, con una media de edad de 39,1 años, y una mayor incidencia entre varones que mantiene relaciones con personas de su mismo sexo (el 44,3 % del total). A juicio de los miembros de Harribeltza, fundada hace 23 años con el objetivo de prevenir los contagios y ofrecer ayuda psicosocial a los enfermos, estos dígitos “que se repiten todos los años” sin modificaciones significativas a la baja, suscitan una “gran preocupación”.

Para paliar esta situación, Errekalde se mostró partidario de incidir en políticas “más específicas” para el colectivo homosexual. Destacó, en este sentido, la importancia de los métodos de prevención, al tiempo que se mostró esperanzado en el uso de dos nuevas herramientas como los “autotest” que permiten realizarse la prueba del sida a uno mismo en su propia casa, y el empleo de las pastillas (PrEP) que se toman antes de mantener relaciones sexuales.

tratamientos No obstante, anunció que en el campo del sida las principales novedades farmacológicas llegarán en el ámbito de los tratamientos, que en el futuro permitirán sustituir la relación de fármacos que los enfermos deben tomar a diario por unas inyecciones que deberán administrarse una vez al mes o cada tres meses, con el consiguiente incremento de su calidad de vida. - Efe