gasteiz - La mayoría de la juventud de entre 15 y 29 años considera que está en mejor situación que sus progenitores a su misma edad. Concretamente seis de cada diez jóvenes (el 58,5%) comparte esta opinión, según informó ayer el Departamento de Empleo y Políticas Sociales del Gobierno vasco. Este dato procede de diversos estudios realizados por el Observatorio Vasco de la Juventud que confirma que la percepción de confort vital ha variado sustancialmente los últimos años.
En 2008 tres de cada cuatro jóvenes consideraban que estaban mejor que sus progenitores a su edad y fue descendiendo hasta 2013, cuando apenas la mitad de la juventud creía estar mejor que sus progenitores a su edad (51,1%). Según el Gabinete que dirige Beatriz Artolazabal, “se ha producido un incremento en el volumen de jóvenes que consideran que están mejor que sus progenitores”. Según la información recogida por el Observatorio Vasco de la Juventud, no se aprecian diferencias significativas en la valoración que hacen los hombres y las mujeres jóvenes, pero la edad sí conlleva una valoración de la situación personal diferente. Según la nota difundida ayer, el 74,9% de la juventud de 15 a 19 años piensa que está en mejor situación que sus progenitores a su edad, el 62,7% de quienes tienen entre 20 y 24 años opinan de igual modo y el porcentaje desciende al 44,2% en el grupo de 25 a 29 años.
Aunque no es la única, una de las razones que pueden explicar esta diferencia de opinión por grupos de edad tiene que ver con la ocupación. Entre quienes están estudiando (que son la gran mayoría entre quienes tienen menos de 20 años) el 68,5% piensa que vive mejor que sus progenitores; este porcentaje desciende al 51,3% entre aquellas personas jóvenes que están trabajando y, más aún, entre quienes se encuentran en paro. En este último colectivo solo el 43,9% piensa que su situación es mejor que la que vivieron sus progenitores a su edad.
Este dato completa una radiografía de la juventud realizada por el Observatorio que la coloca a la cola de Europa a la hora de emanciparse. La edad media a la que la juventud vasca abandona el nido familiar se sitúa casi en los 30 años, casi seis años por encima de la edad que realmente le gustaría, pero entre los 30 y los 34 ya está emancipada un 75,3% de la juventud.
Otra de las conclusiones del último estudio es que más de la mitad de la juventud depende económicamente de su familia y ni siquiera el trabajo garantiza su independencia económica, a pesar de que se produjo una ligera recuperación del empleo en 2016. Sin embargo la temporalidad afecta a más de la mitad de la juventud, el empleo parcial, en su mayoría involuntario, se ha triplicado y el salario medio ronda los 1000 euros mensuales. Solo la mitad de quienes trabajan lo hacen en algo relacionado con su formación y el trabajo por cuenta propia es escaso y la disposición al autoempleo es también minoritaria.
En 2016 se registró una tasa de desempleo del 23,7% entre los jóvenes de 16 a 29 años, mientras que el paro total en Euskadi era de 13,4%, diez puntos menos que en el Estado y algo por encima de la Unión Europea. Además ha crecido el número de jóvenes en situación de pobreza.
Durante la presentación del diagnóstico de situación en el Parlamento Vasco, la consejera Artolazabal defendió la necesidad de “reducir la edad de emancipación de la juventud vasca” y anunció la puesta en marcha de medidas para influir en factores como el precio de vivienda y el empleo, “determinantes para que la juventud logre esa emancipación”.
La salud, el ocio y la cultura también son factores que contribuyen en la percepción de la calidad de vida de la juventud. En este sentido, el último informe del Observatorio Vasco de la Juventud señala que han disminuido las conductas de riesgo como el consumo de alcohol, tabaco y cannabis, así como las relaciones de riesgo, si bien ellos son más proclives a estas conductas nocivas. En 2016 el 10,8 % de las chicas de 15 a 29 años declararon que en el año previo tuvieron alguna relación sexual que conllevaba riesgo de embarazo no deseado o de contraer alguna enfermedad de transmisión sexual. En el caso de los chicos de su misma edad el porcentaje es algo superior, 13,7 %.
Por otro lado, la tasa de obesidad ha crecido a pesar de que ha aumentado la actividad física y la práctica deportiva entre este colectivo, sobre todo en el sector masculino. También han crecido las actividades de ocio vinculadas con las nuevas tecnologías, como lo demuestra el hecho de que el cien por cien de la juventud vasca use a diario las redes sociales, principalmente Whatsapp, Facebook, Instagram y Youtube. Y en paralelo el uso del euskera con las amistades entre jóvenes euskaldunes continúa en una tendencia descendente: entre 2004 y 2016 la pérdida acumulada es ya de más de 10 puntos porcentuales, pasando del 48,5 % al 38,1 % las personas jóvenes euskaldunes que usan principalmente el euskera o ambas lenguas por igual al relacionarse con sus amistades.
NiNis. En 2014, último dato conocido, el 15,8 % de las personas de 16 a 29 años de Euskadi no estaban estudiando ni trabajando. Si nos centramos en los NiNis inactivos, esto es, quienes no estudian, ni trabajan ni buscan empleo, se observa que la tasa baja al 5,9% de la juventud vasca. Este porcentaje es algo menor al registrado, de media, en la Unión Europea (7,8% del conjunto de la juventud de 15 a 29 años). Hay que aclarar que en esta categoría también se incluyen las personas incapacitadas que no pueden trabajar, así como aquellas que se dedican a las labores domésticas o de cuidado, sin percibir remuneración a cambio.
Miedo a caminar sola. A una de cada tres mujeres jóvenes ( 34,2 %) le da miedo caminar sola por la noche por el pueblo o barrio en el que vive. Entre los hombres de 15 a 29 años este porcentaje es del 3,9 %. “Que una mujer no pueda caminar tranquila cuando va sola de noche por la calle es otra forma de violencia contra las mujeres”, afirma el Observatorio Vasco de la Juventud. El miedo de las mujeres jóvenes a andar solas por la noche se ha incrementado respecto a años anteriores, al tiempo que se ha ampliado la diferencia respecto a la percepción de miedo de los hombres jóvenes. En todos los años analizados por este organismo del Gobierno Vasco se constata que las chicas de 15 a 19 años son las que expresan mayor temor; en 2016 el 43,5 % de las chicas de esta edad dice sentir miedo a ir sola por la calle de noche.