GASTEIZ. Este documento ha sido presentado hoy en Gasteiz por el secretario general de Derechos Humanos, Convivencia y Cooperación del Gobierno vasco, Jonan Fernández, y la viceconsejera de Políticas Sociales, Lide Amilibia.

Se trata de una "estrategia" para dar respuesta a la crisis humanitaria de los refugiados que "define un terreno de juego para esta legislatura", ha explicado Fernández.

En la actualidad hay un "amplio margen de mejora" en la atención a refugiados desde el punto de vista numérico, ya que a Euskadi solo han llegado 50 solicitantes, aunque cuenta con 307 plazas.

Por ello, el Ejecutivo vasco reclama "vías para mejorar cuantitativamente la acogida" e incrementar el número de refugiados atendidos, aunque ese asunto depende de la Unión Europea y de los Estados miembros.

En este ámbito el documento marco recoge un plan de actuación con varios ejes, entre ellos uno centrado en acordar con el Gobierno de España mecanismos de refuerzo a la acogida de refugiados.

En este apartado ambos ejecutivos ultiman un acuerdo que permitirá la llegada este mismo verano de 50 personas a través de una experiencia piloto en la que también intervendrán las diputaciones y los ayuntamientos vascos.

El documento marco anima además a reformar aquellas cuestiones que competan a las administraciones vascas para favorecer el proceso de acogida, por responder a los llamamientos de urgencia humanitaria y, con un enfoque más preventivo, desarrollar en los países de origen proyectos de resolución pacífica de conflictos y de reconstrucción de derechos sociales.

Además en el ámbito internacional el Gobierno vasco "modestamente, allí dónde tenga voz, sacará este tema" para concienciar sobre el mismo.

Junto con el plan de actuación el documento incluye un apartado de "bases", en el que se remarca el compromiso ético con la dignidad y los derechos humanos, y se anima a responder con "empatía y solidaridad" a esta crisis en vez de con "indiferencia".

La viceconsejera de Políticas Sociales también presente en la rueda de prensa, ha lamentado por su parte que el año pasado más de 5.000 personas murieran en el Mediterráneo "huyendo de la guerra y la miseria" y que ya sean 1.800 los fallecidos en el primer semestre de 2017.

"La gravedad de la situación, su prioridad y la elocuente escasez de los datos de la respuesta europea coinciden en un punto: es necesaria una reacción eficiente", ha afirmado Amilibia, quien ha expresado el deseo del Gobierno vasco de "contribuir a transformar esta realidad" aunque sea "condicionado" por sus competencias.