Donostia - El presidente de la Asociación Chrisallys en Euskadi, Aingeru Mayor, rechazó ayer que la mayoría de transexuales desistan de esta actitud en la pubertad y aseguró que los estudios que arrojan estos resultados mezclan menores transexuales con niños con comportamientos no conformes a su género.
El representante de la asociación de familiares de niños transexuales participó en el curso Transexualidad infantil y juvenil, ¿Cómo abordarla desde los ámbitos sanitario educativo que se celebra en el Palacio Miramar. Mayor centró su intervención en el acercamiento “crítico” a los datos que aseveran que la mayoría de los niños diagnosticados con “disforia de género” -término con el que la psiquiatría designa a los niños que dicen ser niñas y viceversa- desisten en la pubertad. Entre ellos citó el Documento de posicionamiento: disforia de género en la infancia y la adolescencia (2015) de Isabel Esteva, en el que se asegura que “los datos de persistencia indican que entre el 80 y el 95% de los niños prepuberales que dicen sentirse del sexo contrario al de nacimiento no seguirá experimentando la disforia de género tras la pubertad”.
Mayor remarcó que los estudios recogen un “gran abanico” de porcentajes de desestimiento que van del 42 al 80% e indicó que algunos proceden de investigaciones “muy antiguas” sobre las que es “necesario reflexionar si se quiere obtener una conclusión con rigor”. A su juicio, la disparidad de cifras procede de criterios de diagnóstico de disforia “imprecisos”.
Mayor considera que en las muestras para llevar a cabo estos estudios “se mezclan” menores con “comportamientos de género no normativos”. Tras la pubertad los niños transexuales “siguen siéndolo y mantienen el diagnóstico de disforia de género” y en muchos casos demandan tratamientos médicos, algo que no ocurre con las niñas “masculinas” o los niños “femeninos”, indicó. “Si en las muestras de los estudios solo entraran niños y niñas transexuales el porcentaje de desestimiento sería cero”, afirmó. - Efe