GASTEIZ. Esta es una de las conclusiones de la encuesta sobre la conciliación de la vida laboral, familiar y personal, con datos de 2016, que ha difundido hoy el Instituto Vasco de Estadística -Eustat-.

En general, tres de cada diez personas ocupadas en la CAV afirma tener muchas dificultades para compaginar el trabajo con el cuidado de dependientes o a la hora de atender a hijos menores de edad.

Los hombres manifiestan una mayor dificultad para compaginar el trabajo con el cuidado de menores (el 66,6 %) que las mujeres (57,3 %).

Algo más de la mitad de las mujeres ocupadas, el 51,3 %, destinan al día 5 horas o más al cuidado de menores y el 39,5 % de los hombres colabora con 2 o menos horas.

En cuanto al reparto de tareas domésticas entre los ocupados, el 91,8 % de los hombres dedica 2 o menos horas a este trabajo, mientras que el 27,6 % de las mujeres emplea 3 o más.

Además, el 12,3 % de mujeres ocupadas está muy insatisfecha con la colaboración que ofrecen sus parejas hombres en las tareas domésticas, mientras que el 74,3 % de los varones está muy satisfecho con la participación de sus pareja.

Según la encuesta, uno de cada cuatro hombres ocupados en Euskadi considera que les resultaría muy perjudicial pedir un permiso de paternidad en su trayectoria profesional, un porcentaje que ha ido aumentado en los últimos años, concretamente diez puntos desde 2010 hasta 2016.

El temor a que las excedencias o las jornadas reducidas afecte a la promoción profesional es ligeramente mayor entre los hombres (36,1 %) que entre las mujeres (33,9 %).

Para el cuidado de dependientes, las mujeres trabajadoras destinan 2,7 diarias y 1,1 horas los hombres.

La encuesta también señala que el 38,5 % de la población ocupada tiene que prolongar su jornada laboral y afecta más a los hombres que a las mujeres.

Y añade que en un 15 % de las ocasiones son las mujeres ocupadas las que se encargan del cuidado esporádico de sus hijos menores durante la jornada laboral frente al 4 % de los ocupados.