MADRID. Once países de la UE tienen reconocido ese derecho (Holanda, Bélgica, España, Suecia, Portugal, Dinamarca, Francia, Reino Unido, Luxemburgo, Irlanda y Finlandia), además de otros dos países europeos, Noruega e Islandia.
En América, reconocen el matrimonio entre personas del mismo sexo Cánada, Estados Unidos, México, Argentina, Brasil, Uruguay y Colombia. Nueva Zelanda y Sudáfrica completan la lista.
Hay, además, estados que permiten las uniones civiles de personas del mismo sexo, con derechos iguales o similares a los del matrimonio, pero sin esa denominación, como Alemania, Austria, Croacia, Estonia, Hungría, Suiza, Malta, la República Checa, Israel, Chile, Grecia o Eslovenia.
Taiwán será el último en sumarse a este grupo de países y el primero en Asia, ya que el pasado mes de mayo laCorte Suprema declaró inconstitucionales las restricciones legales a las uniones entre personas del mismo sexo y exigió su legalización en un plazo de dos años.
Holanda, con una ley aprobada en septiembre de 2000 que entró en vigor el 1 de abril de 2001, fue el primer país en dar luz verde al matrimonio homosexual, seguido de Bélgica (2003) y Cánada y España, en 2005.
España fue el cuarto país del mundo en legislar sobre el matrimonio homosexual -lo hizo dos días después que Canadá-, aunque la ley española, aprobada el 30 de junio de 2005, entró en vigor antes que la canadiense, el 3 de julio de 2005.
Sudáfrica (2006); Noruega y Suecia (2009); Portugal, Islandia y Argentina (2010) y Dinamarca (2012) siguieron en el reconocimiento de los matrimonios homosexuales, con particularidades como la de Suecia y Dinamarca, donde está también reconocido el matrimonio religioso entre parejas del mismo sexo.
Dinamarca fue, en 1989, el primer país del mundo en reconocer a las parejas del mismo sexo, pero con una ley de uniones civiles.
Ya en junio de 2012 el Parlamento aprobó una norma que reconoce el matrimonio entre personas del mismo sexo: civil y religioso.
En 2013 fue reconocido por la vía judicial en Brasil y aprobado mediante leyes en Uruguay, Nueva Zelanda y Francia, con una gran polémica en ese país.
En el caso del Reino Unido, una ley sancionada por la reina Isabel II en julio de 2013 autorizó las bodas entre personas del mismo sexo, aunque éstas no comenzaron a celebrarse hasta marzo de 2014, pero sólo en Inglaterra y Gales, dado que Irlanda del Norte y Escocia tienen las competencias transferidas.
Escocia aprobó en febrero de 2014 su propia ley, que entró en vigor a finales de ese año. El matrimonio homosexual sigue sin estar permitido en Irlanda del Norte.
A la lista de países que admiten estas uniones se sumaron en 2015 Luxemburgo, Irlanda, México y Estados Unidos y Puerto Rico.
La entrada en vigor el 1 de enero de 2015 de la ley que reconocía los matrimonios entre parejas del mismo sexo en Luxemburgo permitió al primer ministro de ese país, Xavier Bettel, contraer matrimonio en mayo con su novio. Fue el primer jefe de Gobierno europeo casado con otro hombre.
En el caso de Irlanda, fue el primer país en celebrar un referéndum sobre esta cuestión; Vencieron los partidarios del "sí" en la consulta del 23 de mayo de 2015 con un 62 por ciento de los votos.
Colombia reconoció las bodas homosexuales en 2016 y Finlandia ha sido el último país en el que ha entrado en vigor una norma de este tipo -el 1 de marzo de 2017-, si bien el matrimonio homosexual se había aprobado en noviembre de 2014.
En varios países, estos matrimonios están reconocidos mediante sentencias contra la discriminación emitidas por sus respectivos órganos del Poder Judicial, como en Brasil y Sudáfrica (el Parlamento legisló en consecuencia posteriormente).
En EEUU, el Tribunal Supremo los legalizó en todo Estados Unidos el 26 de junio de 2015, aunque antes, en 37 estados, el Distrito de Columbia -donde está la capital, Washington- y el territorio de Guam se aceptaban estas uniones, pero el fallo del Supremo obligó a los estados restantes a autorizarlas.
En el caso de México, los matrimonios entre personas del mismo sexo se celebran desde hace años en la capital y en varios estados, como Quintana Roo y Coahuila.
En 2015, la Suprema Corte consideró inconstitucionales las leyes que los prohíben y desde entonces se permiten cuando son tramitados ante un juez.