2 Concha Lago
Bilbao ? La esquizofrenia es un trastorno más común de lo que parece. En Euskadi casi 22.000 personas la padecen. El informe Voz, que se presenta hoy en Bilbao, ha analizado las necesidades reales de las personas con este problema de salud mental y de sus familiares. En contra de la creencia popular de que son seres asociales, las conclusiones del estudio revelan que las relaciones afectivas son vitales para nueve de cada diez vascos con esquizofrenia. Y que ser aceptados por sus círculos sociales más cercanos es una de sus principales inquietudes.
Ana González-Pinto, psiquiatra del Hospital Universitario de Araba y presidenta de la Sociedad Española de Psiquiatría Biológica (SEPB), da a conocer las principales conclusiones de este estudio. La doctora dibuja el retrato-robot del paciente. “Afecta más a la gente joven. Sobre todo a adolescentes, y a personas que están en la primera juventud. No hay distinción entre sexos, pero sí es verdad que es algo más frecuente en chicos aunque también hay chicas con este problema”, explica.
En el marco de las VIII Jornadas de la Red de Salud Mental de Bizkaia, se han presentado por primera vez en el País Vasco los resultados del estudio Voz a partir de una encuesta a gran escala en la que han participado 5.205 personas con este trastorno mental y su entorno más cercano, siendo la muestra europea más grande en un estudio de estas características.
La falta de autonomía es uno de los grandes problemas que se pone de manifiesto. Así, cerca del 45% de los participantes cree que no tiene libertad suficiente para tomar decisiones. En este sentido, González-Pinto asegura que “cada vez es más importante virar a un modelo colaborativo basado en la toma de decisiones compartidas”. “Hay que fomentar que la persona con esquizofrenia, en la medida de lo posible, sea capaz de hacer las cosas por sí misma, desde la confianza, la comprensión y el acompañamiento, sin proteccionismos”.
Otro de los aspectos básicos es la sexualidad de los afectados ya que una vida sexual satisfactoria mejora la calidad de vida e integración de las personas con esquizofrenia, mientras que las alteraciones en la esfera sexual de estas personas repercuten negativamente en la evolución del cuadro psiquiátrico. Esto merma su autoestima y dificulta, aún más, la capacidad de relaciones íntimas.
Durante la presentación del informe, Nel Anxelu González Zapico, presidente de la Confederación Salud Mental España, también ha trazado las líneas maestras de una enfermedad con gran prevalencia ya que se estima afecta a unas 400.000 personas en el Estado y a 21.662 en el País Vasco. Un problema que se ceba sobre todo entre la población más joven entre los 18 y los 40 años de edad. Además es tan frecuente que, por cada paciente con diabetes tipo 1, hay cuatro con esquizofrenia.
Desmitificando creencias ?La doctora González-Pinto asegura que “se extraen datos muy interesantes porque es una muestra amplísima de pacientes y familiares que cuentan cómo les gustaría que evolucionaran las cosas en cuanto al tratamiento de pacientes con psicosis y con esquizofrenia. Y sobre todo tiene el plus de que ofrece elementos diferenciadores relativos al País Vasco”. El dato que la especialista considera más relevante es que a los pacientes con esquizofrenia y a sus familiares lo que más les importa son sus necesidades emocionales. “Y esto es muy importante porque tradicionalmente siempre se ha pensado que las personas con esquizofrenia eran más frías o que tenían menos capacidad de emocionarse. Para ellos también lo más importante es el bienestar emocional y la afectividad”. asevera. Casi todos consideran primordial sentirse conectados con su entorno más cercano (familia, pareja o amigos).
En el caso de País Vasco, “sentirse bien físicamente” y “potenciar mi autonomía” comparten también el primer puesto. Estos resultados ayudan a reforzar el trabajo que están realizando las asociaciones para eliminar los estigmas que existen alrededor de los trastornos mentales.
Según la Encuesta Nacional de Salud, la media de satisfacción sobre la salud de la población general es de 3,97 (en una escala del 1 al 5), mientras que las personas con esquizofrenia/psicosis tienen una media de 3,29. Según este estudio, las personas encuestadas califican su estado de salud por debajo de esta cifra, concretamente en País Vasco la puntuaron con un 3,34.
Para González Zapico, “dada su alta prevalencia, los problemas de salud mental deben ser una prioridad en nuestra sociedad. Este estudio es de suma importancia, ya que nace desde la convicción de que cualquier cambio debe partir del conocimiento en profundidad de las necesidades reales de las personas que conviven con la esquizofrenia y sus allegados”.
Los especialistas trabajan ahora en el abordaje psicológico de la esquizofrenia. “Hacemos psicoeducación a prácticamente todos los pacientes y eso ha mejorado muchísimo los reingresos hospitalarios. También se hacen terapias para combatir el consumo de sustancias porque los chicos que tienen cuadros psicóticos suelen consumir bastante cannabis y se les dan pautas para ayudarles a dejarlo. Son terapias que mejoran el pronóstico”, señala González- Pinto. l