IRUÑEA. Una patrulla de tres componentes del cuerpo se personaron ayer en el campo de fútbol de Lodosa al tener conocimiento que de se estaban produciendo incidentes durante la celebración del partido de categoría juvenil entre el Lodosa y el Corellano.

Al llegar, informa la Guardia Civil, observaron que los ánimos estaban "bastante caldeados".

En un momento dado, tras un lance del juego en la que se produce una "pequeña trifulca" entre algunos jugadores, "varios espectadores" saltaron el muro de separación del terreno de juego y accedieron a la cancha, pero fueron "parados" por los agentes antes de que pudieran tener contacto con los futbolistas, técnicos o miembros del cuerpo arbitral.

Más tarde, se paró de nuevo el partido al reclamar el juez asistente la presencia del árbitro al arrojarle desde la grada un botellín de agua vacío, sin que se llegara a identificar al agresor.

El encuentro finalizó sin más incidentes, señala la Guardia Civil, que añade que el árbitro no llegó a requerir la presencia de los agentes "en ningún momento".