GASTEIZ - Puede que hoy ninguna de las partes implicadas ofrezca datos sobre el seguimiento de la nueva jornada de huelga en el sector de la educación pública no universitaria. Al menos, los sindicatos convocantes -ELA, LAB, Steilas y CCOO- se lo están pensando, según reconocía ayer Xabier Irastorza (ELA), a la vista de las desavenencias que existen sobre el seguimiento de las anteriores protestas: un 80% para los sindicatos y la mitad para el Departamento de Educación que descontó de la nómina la jornada del pasado día 16 al 43% del profesorado.

Hoy, como en las anteriores citas, están convocadas unas de 30.000 personas entre docentes, personal de apoyo educativo, de cocina y de limpieza; un hecho que afectará a una población estudiantil cercana a los 250.000 alumnos justo en época de exámenes unos, y de preparación de las pruebas de acceso a la universidad otros. Ajenos a este escenario, desde las centrales sindicales expresaban ayer que no van a entrar en las cifras del seguimiento. “Lo que está claro -indicaba Irastorza, de ELA- es que el diagnóstico es terrible y la huelga está teniendo amplísimo seguimiento. Hay miles de personas que están saliendo a la calle y el Gobierno debe responder a eso”, apostillaba.

Insistían de este modo en su posicionamiento de la semana pasada cuando el Departamento de Educación hizo públicos los datos “reales” del sistema informático por el que los centros recogen exactamente la cifra exacta de docentes que secundan la huelga “y esos datos van directamente a nómina”. En este sentido, Irastorza aseguraba ayer que los sindicatos convocantes “se están planteando muy seriamente” no ofrecer hoy los datos de apoyo al paro porque, a su entender, el Departamento “ha entrado en una estrategia de centrar el debate en el seguimiento de la huelga” con el objetivo de “no entrar en el debate”.

“Tendrá huelgas” De hecho, los sindicatos convocantes subrayaban que tienen “clarísimo” que “la situación exige una respuesta por parte del Gobierno”. Es más, tal y como advertía ayer el responsable de ELA en materia de Educación, en el caso de que el Ejecutivo vasco no atienda a las distintas demandas planteadas, “tendrá huelgas y movilizaciones”. Una observación que coincide en el tiempo con las llamadas al diálogo por parte del Gobierno vasco para tratar de buscar una solución a los puntos de la discordia y relajar la tensión que, de hecho, ha aumentado en los últimos tiempos.

Los sindicatos convocantes ya hicieron un primer llamamiento a la huelga a la comunidad educativa en el mes de marzo y, tras la jornada de paro del pasado martes 16 de mayo y las manifestaciones que el sábado recorrieron las tres capitales de la CAV, han hecho para hoy un nuevo llamamiento a la movilización. “Pedimos que se revierta la política de recortes, que se cambie radicalmente la política educativa y se vuelva a la situación de 2009”, reclamó Irastorza al tiempo que expresó la disposición “total” de los convocantes a negociar. Eso sí, puntualizó el representante de ELA, “tiene que haber propuestas encima de la mesa”.

Se concretan en incrementar la inversión en educación hasta alcanzar la media europea: bajar un 10% el ratio de alumnos por aula; aumentar en 2.000 personas la plantilla de docentes; y derogar la Lomce, así como el plan educativo del Gobierno vasco, Heziberri. También demandan la reducción de la temporalidad; cubrir las bajas laborales desde el primer día y que los trabajadores de educación recuperen el poder adquisitivo perdido en los últimos años.