MADRID. Los estupefacientes eran transportados en veleros desde Venezuela hasta Lanzarote, donde se comercializaba parte de la droga, mientras que otra se reenviaba a Gran Canaria y Sevilla por vía aérea utilizando personas que la llevaban oculta, conocidas como "mulas", explica la Guardia Civil en el comunicado.
En la operación, denominada Daltones, se decomisaron además un kilo y medio más de cocaína, 3 kilos de hachís, un velero, 9 coches de alta gama, 2 motocicletas y 200.000 euros en metálico, así como abundante documentación relacionada con los hechos investigados y diverso material informático y de telefonía móvil.
Las pesquisas se iniciaron en noviembre de 2016, cuando se consiguió identificar a los principales responsables de una red de narcotráfico que había conseguido introducir en Lanzarote un velero proveniente de Sudamérica con una gran cantidad de cocaína y se constató que tenía dos centros neurálgicos de operaciones, uno en Venezuela y el otro en dicha isla.
Desde ella los jefes de la organización impartían directrices al resto de los implicados sobre cómo ocultar la mercancía, distribuirla, recolectar el dinero fruto de su venta y, finalmente, realizar envíos de dinero utilizando "mulas" que, por vía aérea, lo hacían llegar a otros miembros de la red residente en Sevilla.
El seguimiento de esa red permitió detectar a otro grupo de narcotraficantes que se servía de negocios de ocio nocturno para enmascarar su actividad delictiva y hacerla prácticamente indetectable, añade la Guardia Civil, que indica que precisamente en uno de esos establecimientos, un conocido local de la capital de Lanzarote, Arrecife, se intervinieron los 180 kilos de cocaína.
Su incautación se llevó a cabo tras averiguar que el lugar iba a ser escenario de un intercambio de droga entre las dos organizaciones delictivas aprovechando que allí se celebraba una fiesta de música electrónica.
Por ello, el local de ocio fue sometido al día siguiente de la fiesta a un registro que permitió intervenir la citada cocaína a los agentes encargados del caso, que luego procedieron a la detención de los 13 presuntos integrantes de ambos grupos, localizados 7 de ellos en Lanzarote, 2 en Gran Canaria y 4 en Sevilla.
Además, las pesquisas llevaron a efectuar 12 registros domiciliarios, 8 en Lanzarote, 2 en Gran Canaria y 2 en Sevilla, fruto de los cuales se encontró el resto de la droga, los vehículos, el dinero y el material también ocupados, se relata en el texto.
La labor policial determinó, además, que la autoridad judicial emitiera dos órdenes internacionales de detención contra otras dos personas supuestamente implicadas en los hechos, se agrega.
La Guardia Civil precisa que con las actuaciones referidas se da por finalizada esta investigación, que -se afirma- "ha permitido desmantelar completamente estas importantes redes de narcotráfico", con participación del Equipo Contra el Crimen Organizado de la Unidad Central Operativa del instituto armado en Canarias y la Unidad Orgánica de Policía Judicial de Sevilla.
Ambos departamentos han contado con la colaboración de las unidades territoriales de seguridad ciudadana de las provincias en las que se desarrolló la operación y de los grupos de reserva y seguridad de Sevilla.