A Coruña - Cuando se sufre un ictus se pierden conexiones neuronales que se pueden recuperar. Por ello, si se ha perdido la movilidad en alguna extremidad es importante comenzar la rehabilitación del paciente “lo antes posible”, contando con la robótica como “gran aliada”, explica el ingeniero Carlos Fernández. “La rehabilitación robótica se va a convertir en un elemento imprescindible en unos tres años”, sostiene el también diseñador industrial sobre la utilización de exoesqueletos o robots vestibles en pacientes con daño cerebral adquirido.
Según Fernández, también presidente de la Asociación Davintsi para la promoción de empresas tecnológicas con impacto social y director de Gogoa Mobility Robots -con sede en Gipuzkoa- la rehabilitación robótica se demorará unos tres años en aplicarse pero “más por decisiones políticas que porque la tecnología no pueda estar disponible, pues ya está lista”. En la actualidad se ha implementado en seis centros en el Estado.
La rehabilitación robótica se realiza una hora al día durante tres meses; en el caso del robot vestible en el brazo funciona con unos sensores que leen la electricidad que se transmite desde el cerebro a los músculos cuando se quiere mover el brazo o la mano, mientras que en el de las piernas, el exoesqueleto provoca que se muevan las piernas, el cerebro se da cuenta de que se mueven de nuevo hasta que finalmente se llega al modo libre. - Elizabeth López