Bilbao - ¿Se lava bien las manos? Pues conviene que sepa que las manos son la principal vía de transmisión de gérmenes y una de las causas mas frecuentes que propagan las infecciones en el sistema de salud. Sin embargo, el 61% de los profesionales sanitarios y el 50% del personal que trabaja en los quirófanos no se lava correctamente en los momentos en los que más necesita tener las manos perfectamente desinfectadas, según alerta la Organización Mundial de la Salud (OMS) con motivo de la celebración del Día Mundial de la Higiene de Manos.
Este año, la OMS ha centrado el mensaje de sus campañas en la importancia del lavado de manos para frenar las resistencias a los antibióticos y las infecciones resistentes, un problema sanitario a escala mundial. Y es que la higiene es la base de todas las intervenciones, ya sea al insertar un dispositivo médico invasivo, manipular una herida quirúrgica, o poner una inyección. De hecho, se ha demostrado que un 31% de los pacientes contrae una infección en el sitio quirúrgico, lo que hace que su estancia hospitalaria se prolongue de tres a 20 días.
Osakidetza hizo ayer también un llamamiento para evitar las infecciones mediante las manos de los profesionales sanitarios, “que es la vía más frecuente de transmisión de las infecciones adquiridas durante la asistencia sanitaria”. Es por ello que el Servicio Vasco de Salud se sumó a la Jornada, con la distribución de folletos y la realización de talleres y sesiones clínicas dirigidas a sensibilizar sobre la prevención y reducción de las infecciones “con una adecuada higiene de manos”. En este contexto, Osakidetza advierte de que “la higiene de manos, por su sencillez en la realización y por su efectividad, ha demostrado ser una medida esencial para evitar la transmisión de infecciones entre pacientes en todos los ámbitos asistenciales”.
Concretamente, la OMS recuerda que los cinco momentos clave en los que los sanitarios deben lavarse las manos son antes de tener contacto con un paciente, antes de realizar una tarea aséptica, después del riesgo de exposición a fluidos corporales, tras el contacto con el enfermo y con el entorno del mismo. Según este organismo, la adopción del hábito de lavarse las manos con agua y jabón, antes de comer y después de hacer la deposición, puede evitar casi la mitad del número de muertes por diarreas en el mundo, y casi la cuarta parte de las muertes por enfermedades respiratorias agudas.
También desde el Grupo IMQ han emprendido diversas iniciativas para apoyar esta medida. Tal y como señala Isabel Urrutia, responsable de Calidad y Seguridad del Paciente, “lavarse las manos no es solo una costumbre que hemos de observar siempre en el ámbito sanitario, sino también en nuestro día a día. Después de trabajar, antes de cocinar y de comer, después de ir al baño o de tocar animales, plantas o tierra, y, por ejemplo, después de tocar objetos potencialmente muy sucios, como son el inodoro, los teclados de ordenador o pelotas de fútbol o baloncesto”.
Con el fin de lograr una correcta higiene, el responsable de Medicina Preventiva del Grupo Asisa, Jorge del Diego, explica que se pueden lavar con agua y jabón o con soluciones hidroalcohólicas, las cuales eliminan un mayor número de microorganismos en menor tiempo, si bien la primera medida es más efectiva cuando las manos están “visiblemente sucias”.