París - Los gobiernos están desbordados para responder al aumento global de estudiantes universitarios, que se ha doblado entre el año 2000 y el 2014, pasando de 100 a 207 millones, según un informe publicado ayer por la Unesco. Este rápido aumento de estudiantes ha creado una disparidad en cuanto al acceso a la educación, “obligando a las familias a pagar una parte costosa de la educación superior, aunque estas no dispongan siempre de recursos financieros suficientes”, señaló la Unesco en su informe.
En 26 países europeos analizados, los hogares sufragaron el 15 % de los gastos asociados a la enseñanza superior en 2011. En otros países considerados ricos, los gastos de las familias eran aún mayores: el 40 % en Australia, el 46 % en Estados Unidos, el 52 % en Japón y el 55 % en Chile.
La directora general de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, Irina Bokova, afirmó que “la demanda de educación superior va a seguir aumentando”. Por eso, “los gobiernos deben prepararse y elaborar nuevos programas que garanticen que el aumento de estudiantes no deje de lado a las familias más humildes”.
El documento señala que del aumento de los estudiantes se ha aprovechado el sector privado. Un 30 % de los universitarios inscritos en todo el mundo estaban en establecimientos privados. Ese porcentaje era aún mayor en regiones como América Latina, donde el 50 % de los estudiantes estaban en una universidad privada.
Bokova también señaló que “el acceso a la educación debe estar fundado sobre el mérito y no sobre el privilegio”. En este informe la agencia de la ONU propone a los gobiernos crear políticas que ayuden la entrada del sistema educativo a las persones menos favorecidas.
El documento se apoya en una serie de ejemplos como tasas de educación menos elevadas, becas de estudios o programas más adaptados a la situación del estudiante. Según el informe, menos de un 1 % de los habitantes de los países considerados más pobres llegan a realizar cuatro años de educación superior, mientras en los países más ricos la cifra ronda el 20 %.
“En ciertos países donde las desigualdades sociales son más profundas, una medida positiva como la aplicación de cuotas o sistemas de bonus puede ser necesaria para mejorar el acceso a la educación de grupos poco representados”, señaló la Directora del Instituto Internacional de Planeamiento de la Educación (IIPE), Suzanne Grant Lewis. Este análisis fue realizado por el Informe del Seguimiento de la Educación en el Mundo (GEM) y el Instituto Internacional de Planeamiento de la Educación (IIPE) de la Unesco. - Efe