Donostia - Parece que en los últimos meses se ha logrado desatascar el proyecto de la alta velocidad ferroviaria en Euskadi.

-Ya tocaba. Este es un proyecto transeuropeo que lleva un retraso importante y el Gobierno del Estado ha tomado conciencia de que era necesario tomar decisiones en dos ámbitos fundamentalmente: el nudo de Bergara y la definición de los accesos a las tres capitales vascas.

¿Esta buena sintonía existente entre el Gobierno Vasco y el de Madrid va a suponer el impulso definitivo a la ‘Y’ vasca?

-Creo que sí, en cuanto que se han adoptado ya las soluciones técnicas que estaban pendientes de adoptar y, una vez definidas, el recorrido debe ser realizar los proyectos constructivos pertinentes, los estudios informativos en su caso y abordar las obras lo antes posible.

Gipuzkoa es el territorio donde más avanzado está el proyecto ¿Qué es lo que falta por hacer?

-El 85% de plataforma está ya construida. Nos falta el tramo Hernani-Astigarraga, que es la obra más viva y más reciente. Por otro lado, es importante señalar cómo se está colocando el tercer hilo para conectar Hendaia-Irun con Donostia. Esto es importante porque, en la medida en que tengamos tercer hilo hasta Donostia, lo antes posible podremos poner una conexión entre Donostia y Baiona, Burdeos, y París.

El nudo de Bergara es el eje principal de la ‘Y’ vasca. ¿Cómo está la situación?

-Los técnicos del Gobierno Vasco están con los de Adif cerrando los nuevos proyectos a nivel técnico. Se cerrarán en mayo o junio definitivamente, para ya licitar las obras con las nuevas condiciones, tanto técnicas como de licitación, para no volver a vivir la situación que ha vivido Adif con la necesaria resolución de los contratos debido a las bajas con las que había licitado esas obras.

Entonces, ¿se licitará este mismo año?

-Es la intención tanto de Adif como del Ministerio.

¿Baraja el Gobierno Vasco una fecha de fin de obra, al menos en Gipuzkoa?

-En estos momentos queda Hernani-Astigarraga y creo que en menos de dos años estará concluido. En lo que respecta al tramo Astigarraga-Oiar-tzun-Lezo, que en estos momentos está sometido a información pública por el Ministerio de Fomento, tiene que superar ese trámite para que se aborden las obras. Pero en cualquier caso, creo que lo importante es que la conexión del tercer hilo esté lo antes posible y que las obras de plataforma hasta Astigarraga y, por tanto, Astigarraga-Atotxa-Irun también estén concluidas en menos de dos años, que es el compromiso que tiene el Gobierno Vasco encomendado.

¿Qué ocurre con Bizkaia y Araba?

-La situación es distinta. En Bizkaia hay tramos que todavía no se han iniciado. Son dos o tres, pero no son camino crítico como lo hubiera sido la no resolución y no reinicio de las obras en el nudo de Bergara o la falta de definición en la llegada de las ciudades. Va a requerir un tiempo entre la tramitación, el inicio de las obras y su ejecución, pero estaremos en condiciones de tener un escenario determinado de puesta en funcionamiento. En Araba prácticamente todo el trazado en plataforma está, faltaría la llegada a Gasteiz.

En cualquier caso, parece que se perfila 2023 como el año de puesta en funcionamiento de la alta velocidad ferroviaria vasca.

-Lo importante en este tipo de obras, que son largas y tienen muchas problemáticas asociadas en su ejecución, es que se hagan bien. Indudablemente se deben cumplir los plazos pero no debe ser una obsesión. Puede ser un año antes o un año después, pero con las decisiones que se han tomado en los últimos meses, podríamos estar en condiciones de que en 2023 estuviese concluida toda la Y vasca, con las conexiones a las ciudades incluidas y, por lo tanto, 2023 sea la fecha en la que puede entrar en servicio la alta velocidad en Euskadi.

Ha aludido a las problemáticas asociadas a este tipo de obras. Recientemente se ha conocido el derrumbe del túnel de Anoeta. ¿Cuántas incidencias de este tipo se han producido?

-No tengo el dato exacto, pero en una obra de estas características, donde hay mucho túnel, suelen darse, se están dando y se seguirán dando. La obra es compleja, es en túnel, el comportamiento de la roca no siempre es el que tú has previsto en proyecto... Son cosas que pasan en la obra ferroviaria, en la obra de carreteras y en cualquier tipo de obra en túnel.

Dice que en 2023 la ‘Y’ vasca podría estar operativa, sin embargo va a ser una alta velocidad relativamente aislada.

-Aislados estamos ahora, que no tenemos una conexión directa a la red transeuropea. Todavía hay una frontera ferroviaria con distinto ancho, distinto sistema de electrificación, distintos sistemas de comunicaciones... Creo que lo importante es conectarnos a Europa a través de ese ancho internacional que en Iparralde y el Estado francés ya tienen. A partir de ahí, en la conexión Vitoria-Burgos-Valladolid-Madrid hay distintos tramos con distintas situaciones. Madrid-Valladolid ya tiene en funcionamiento la alta velocidad; Valladolid-Burgos funciona, aunque con algunas limitaciones; y Burgos-Vitoria faltaría aprobar el proyecto. En estos momentos el Ministerio está formulando el expediente informativo, para aprobar el proyecto a continuación y construir ese trazado. Mientras se haría a través de intercambiadores y en servicios no de alta velocidad, pero sí de altas prestaciones, que le dan continuidad de una manera mixta a la conexión de la Y con el resto del estado.

Pero, ¿entienden la frustración generada?

-Claro que genera frustración. Cualquier proyecto que tiene una planificación y no la cumple por diversas circunstancias, o que incurre en un retraso considerable, como el que está incurriendo la Y vasca lo genera. Pero no hay otro remedio que afrontar las dificultades, superarlas y abordar las obras y los proyectos lo antes posible y lo mejor posible.

Se ha decidido ya la llegada del TAV a las tres capitales vascas, pero no han trascendido ni presupuestos ni plazos al respecto.

-Hay unos costes estimados de todas las actuaciones, están definidas. En estos momentos en Donostia estamos trabajando con el proyecto constructivo de la estación de Atotxa, con un presupuesto de 90 millones de euros; estamos trabajando con el estudio informativo de la nueva estación de Gasteiz y lo mismo en Bilbao. Hay que superar el proceso informativo y a continuación licitar las obras. En cualquier caso, la previsión, también en Bilbao y Gasteiz, donde la solución es mucho más compleja que en Donostia, es que si todo discurre como está previsto también a Bilbao y a Gasteiz para 2023 deberían llegar los trenes de alta velocidad.