ALMENDRALEJO (BADAJOZ). Al ser entrevistada por los agentes, la madre de la joven corroboró los hechos y afirmó que ella y sus otros dos hijos, de 6 y 8 años de edad, también eran sometidos a este aislamiento, con prohibición de usar el ordenador o ver la televisión.
El detenido, de 48 años y nacionalidad marroquí, que no tiene antecedentes policiales, ha pasado a disposición judicial como presunto autor de un delito de violencia doméstica.
Los hechos se remontan al pasado 9 de abril cuando, en una llamada a la Sala de Operaciones del 091, la joven advirtió de que su padre le había estado maltratando durante varios años y que, por ello, se había ido de su domicilio, refugiándose en casa de una amiga, situada en la calle Coronel Fernández Goldín de dicha localidad.
La joven alertó de que su padre se encontraba en el edificio de la vivienda amenazándola con llevársela a Marruecos si no volvía a casa, según informa la Jefatura Superior de Policía de Extremadura en un comunicado de prensa.
Personados en el lugar, los agentes se encontraron al hombre que, al ser interrogado, les manifestó que su hija no quería bajar y que se había encerrado en la vivienda con "la mujer esa" que les está dando "problemas desde hace un montón de tiempo".
Al entrevistarse con los agentes, la joven reiteró que había huido de su casa porque su padre le maltrataba desde hace cinco años, prohibiéndole el contacto con persona alguna y encerrándola en su habitación, que tenía la ventana bloqueada desde entonces, y sólo podía salir acompañada de su madre.
Además, explicó que desde hacía cinco años no había asistido al colegio y que durante todo el año 2014 no había salido de la habitación ni una sola vez, por lo que había tenido dos intentos de suicidio y el encierro le había acarreado determinadas enfermedades.
Los agentes se entrevistaron después con la madre de la joven, que corroboró todo lo manifestado por su hija y añadió que ella y sus otros dos hijos, de 6 y 8 años de edad, también eran sometidos a este aislamiento.
Según dijo, su marido les tenía prohibido usar el ordenador o ver la televisión e incluso les dejaba encerrados con llave en el domicilio familiar cuando él salía del mismo.
En la inspección del domicilio familiar, los agentes comprobaron cómo, efectivamente, la ventana de la habitación de la joven contaba con una contraventana, bloqueada ésta con unas bridas metálicas, y que otra de las habitaciones, donde estaba ubicado el ordenador, se encontraba cerrada con llave.