donostia - El “envejecimiento del envejecimiento” se ha triplicado durante la última década en Euskadi. De hecho, solo durante el último año un total de 570 personas han alcanzado el siglo de vida en Euskadi, según los datos facilitados a este periódico por el Instituto Vasco de Estadística (Eustat).

Supone poco menos que una revolución social, lo que se ha venido en llamar “la democratización de la vejez y de la supervivencia”, con un aumento generalizado de la esperanza de vida que avanza hasta límites insospechados.

La esperanza de vida sigue avanzando y la probabilidad de morir se reduce como nunca gracias a los adelantos médicos y tecnológicos, y a los cambios en los hábitos nutricionales y estilos de vida.

El domingo pasado falleció el doctor José Ramón Díaz de Durana, la séptima persona más longeva del Estado y el más anciano de Euskadi. Con motivo de su centenario, hace siete años, confesaba lo siguiente: “Mi receta está en ser parco en comer, tomar ensaladas, verduras y mucha fruta, beber poco, no fumar y hacer ejercicio”. El pasado mes de diciembre llegó a cumplir 107 años.

Alcanzar el siglo de vida va dejando de ser noticia, algo que incluso se percibe en los últimos tiempos entre políticos e instituciones, que van dejando la costumbre de hacerse la foto de rigor cuando alguno de sus vecinos alcanza las tres cifras.

El investigador Javier Yanguas se muestra convencido de que la sociedad está en la antesala de una revolución de la que todavía ni siquiera consciente. “Se están extendiendo nuevos tipos de envejecimiento, pero nuestra visión social sigue sin cambiar. No hay más que comparar a los mayores de 70 años de hoy en día con los de hace dos décadas, no tienen nada que ver”, observa. - J. Napal