Cerca de 618.000 vascos que fueron a Urgencias el año pasado lo hicieron por un motivo banal. En la presentación del balance de actividad de Osakidetza, su directora general, María Jesús Múgica, y el director de Asistencia Sanitaria, Andoni Arzelay, señalaron que el 65% de las personas que acudieron a los servicios de urgencias presentaban dolencias de carácter leve o muy leve. Concretamente 617.812 casos sobre el total de 941.662 urgencias atendidas. La afluencia de estos casos menores provocó que fuera necesario atender 30.000 consultas más que el año anterior.

Arzelay reconoció que “es necesario seguir adoptando medidas para evitar que ciudadanos con síntomas leves acudan a los servicios de urgencias, de forma que éstos puedan atender con mayor rapidez y eficacia aquellos casos realmente graves”. El director de Asistencia Sanitaria admitió que este es un esfuerzo que debe ser compartido por las instituciones, los ciudadanos y los propios medios de comunicación. Por ello se mostró partidario de dotar a los ciudadanos de “más información y herramientas” que les permitan comprobar si su caso, en lugar de en urgencias, puede ser tratado en la red de Atención Primaria. Múgica también lanzó una llamada a la reflexión sobre la utilización de estos servicios, ya que las urgencias hospitalarias deben limitarse a casos graves y de riesgo vital.

No solo en las Urgencias se ha disparado el trabajo. El balance de 2016 registra un incremento en todos los servicios tanto en la atención presencial, no presencial, como telefónica, consultas, hospitales de día y cirugía. Así la cirugía programada aumentó un 4% respecto al año anterior con un total de 122.791 intervenciones. Este incremento obedece al aumento, en más de 5.000 operaciones quirúrgicas, de las intervenciones ordinarias (117.901), las realizadas dentro del horario laboral establecido.

Los responsables de Osakidetza destacaron la progresión de la modalidad de cirugía mayor ambulatoria que ya supone el 62% de la cirugía mayor realizada en el Servicio Vasco de Salud. Y es que las avanzadas tecnologías médicas permiten que dos de cada tres intervenciones quirúrgicas se realicen de forma ambulatoria, sin necesidad de ingreso hospitalario.

A pesar del incesante trajín en los quirófanos, la demora media para una intervención se mantiene en 50 días y el número de pacientes en lista de espera para una operación se sitúa en 17.343, 382 menos que doce meses antes. Los mayores tiempos de espera se registraron en Traumatología (60 días) y Otorrinolaringología (52,8 días).

Tampoco la actividad decae en los ambulatorios. Los centros de Atención Primaria contabilizaron 15,3 millones de consultas en medicina de familia, pediatría y enfermería, de las cuales más del 21% fueron consultas telefónicas. Un dato; en pediatria se mantiene el número de consultas a pesar de que en 2016 hubo 1.604 nacimientos menos.

Además hubo 4,2 millones de consultas especializadas, 57.000 más que en 2015, y de ellas subieron un 30% las efectuadas por teléfono o de manera telemática entre profesionales de Primaria y los especialistas, lo que evita traslados de pacientes a hospitales. En el conjunto del sistema, las llamadas de índole médico superaron los 2,7 millones.

Este incremento hizo que aumentaran los pacientes en listas de espera de estas consultas especializadas, aunque descendió ligeramente la demora media de 26,1 a 25,7 días, con Traumatología, Oftalmología y Dermatología como las especialidades con más actividad.

Otra de las actividades que ha crecido ha sido el consejo sanitario no presencial, con más de 169.000 consultas, de las cuales el 80% fueron resueltas directamente por enfermería. También aumentó un 24% el seguimiento no presencial a pacientes crónicos y un 5% las consultas del servicio de teleasistencia, que actualmente da servicio a más de 43.000 personas, en su mayoría mayores de 80 años que viven solas.

La directora general de Osakidetza destacó que estos resultados son posibles porque la población en Euskadi es “avanzada y apuesta por los recursos digitales”.