Vitoria -El Departamento de Educación está trabajando con las universidades vascas para implantar una prueba de admisión específica para estudiar Magisterio. Esta es una de las líneas de actuación diseñadas por el Gabinete que dirige Cristina Uriarte para mejorar el sistema y, de paso, darle la vuelta a los desastrosos resultados obtenidos en el último Informe PISA. Resultados que han provocado “una sacudida en nuestra sociedad”, como la propia consejera reconoció ayer en el Parlamento Vasco. Por otro lado, el curso que viene cada centro deberá tener un Plan Lector para que el alumnado comprenda e interiorice lo que lee. Esta ha sido, precisamente, el arma secreta de Castilla y León para que sus alumnos saquen los mejores resultados. Además, se redoblará la formación digital y de evaluación en la era 2.0 para el profesorado y se impulsará el trabajo en red y la creación de nuevos materiales porque PISA ha dejado en evidencia grades lagunas en la competencia digital del alumnado.

Junto a la selección previa dirigida a los estudiantes que pretendan acceder a la docencia, Educación ha propuesto adaptar los contenidos de Grado y Máster a la educación por competencias, el nuevo paradigma educativo en el que se mueve Europa por el que el profesor abandona su rol como expositor de conocimiento a facilitador del aprendizaje activo del alumnado. Uriarte no dio detalles sobre las exigencias de esta prueba de admisión o si ambos cambios entrarán en vigor el próximo curso, pero la LOMCE abre precisamente la puerta para que así sea.

Con su implantación el Gobierno Vasco pretende que la capacitación de los y las aspirantes a docente “esté bien orientada desde el inicio” puesto que el Currículum Vasco incorpora la filosofía y las nuevas maneras de enseñar que lleva aparejada la educación competencias que acaba con la educación tradicional.

Además, la puesta en marcha de este examen específico -que puede tratarse de una entrevista, una carta de motivación para acceder a Magisterio o una exigencia lingüística determinada- actuaría de criba para que realmente ingrese en el Grado el mejor alumnado posible o los perfiles más adecuados para ejercer una profesión estratégica para cualquier país que crea en la educación. No en vano, uno de los hándicaps que arrastra el sistema educativo del Estado - en comparación con países de referencia como Finlandia- radica en la deficitaria formación inicial del profesorado y en la ausencia de una carrera profesional atractiva, en la que no se establecen diferencias entre un mal profesor y uno bueno.

La consejera ayer pasó por alto el tema de los posibles incentivos -quizá por la situación de contención del gasto- pero dijo que apostará por dar “estabilidad” al profesorado habida cuenta de la edad media de la plantilla y las previsiones de jubilación. Dentro de su estrategia de choque, también se incluye un plan de formación específico para el profesorado “con gran experiencia en la forma de enseñar tradicional” pero que necesita reciclarse para incorporar la metodología docente y la evaluación por competencias que mide PISA. Según la consejera, la medida se produce a petición de las direcciones de los centros que participaron en la evaluación internacional que realiza la OCDE. Junto a ello se irá extendiendo la evaluación externa de la función docente, que este curso recaerá sobre el 20% del profesorado más joven.

La mayoría de las medidas relativas a la mejora de la formación del profesorado y que ahora se abordarán ya se enunciaban en el Plan de Mejora del Sistema Educativo que el Gobierno Vasco presentó el año pasado tras el diagnóstico realizado por el Instituto Vasco de Evaluación e Investigación Educativa (ISEI-IVEI) sobre los déficits y fortalezas detectados en el sistema. La presentación del plan estrella de Uriarte para avanzar hacia la excelencia se produjo en marzo de 2016, por tanto siete meses antes de que se publicase el Informe PISA que supuso un punto de inflexión en la imagen del buen estado de salud que se proyectaba de la escuela vasca.

PISA encendió todas las alarmas. Primero, al comprobar cómo la OCDE situó el rendimiento obtenido en Matemáticas, Ciencias y Lectura por detrás de España. Y en segundo lugar, porque PISA confirmaba la tendencia descendente detectada ya por el Gobierno Vasco en la Evaluación Diagnóstico de 2015. Tras el shock inicial y el posterior análisis de los resultados, el Departamento de Educación ha tomado la decisión de no introducir grandes cambios para dar tiempo a que los centros maduren el desarrollo del Currículum Vasco y cristalicen las medidas del Plan de Mejora.

Según declaró ayer Uriarte en la Comisión de Educación convocada ex profeso para analizar las causas y las medidas para recuperar el suspenso sacado en PISA, “sería una irresponsabilidad promover grandes cambios y además de manera inmediata, al albur de un único indicador. Ahí estaríamos cayendo en el cortoplacismo. No sería admisible”. Aun así, volvió a reconocer que los resultados son “manifiestamente mejorables”. No obstante defendió un cambio tranquilo basado en un “análisis más profundo” realizado de la mano de los agentes educativos porque la enseñanza “es un gran buque al que no se le pueden exigir virajes inmediatos. Porque no es posible, porque no es deseable y porque nuestro sistema no requiere bruscos cambios de rumbo”.

Por tanto, a pie de aula se mantendrán las horas de Ciencias que con el Currículum Vasco se incrementaron ya un 33% en ESO. Se propone un Plan Lector para la mejorar comprensión y se promoverá la creación de lo que han dado en llamar una “red de nodos de red de centros innovadores” por cada una de las competencias PISA para que trasladen sus buenas experiencias a todos los centros, un modelo que sobre el papel ya existe.

En lo que se refiere a la formación inicial del profesorado, el Departamento está trabajando junto con las universidades del Sistema Universitario Vasco para determinar las medidas que puedan mejorar la capacitación de los futuros profesores y profesoras. En este sentido el Gobierno y las tres universidades vascas están analizando poner en marcha una prueba de admisión al alumnado que desee realizar los estudios de Grado de formación de profesorado, de forma que su propia capacitación esté bien orientada desde el inicio. Otras de las medidas será la de alinear el currículum tanto de los estudios de Grado como de Máster con modelo pedagógico del Currículum Vasco.