Cuando uno cumple los mismos años que la empresa en la que trabaja, se plantea ciertas cosas que no haría de otro modo, por ejemplo: si la empresa es joven (y por tanto uno también) o si la empresa es ya madurita en su existencia (lo cual implica lo mismo a servidor de ustedes). De todas formas, si bien 50 años no son nada, hay muchas historias relacionadas con el medio siglo. Y si no, atiendan y verán:
Hablando de cine, 50 años tienen las películas El Libro de la Selva, El Baile de los Vampiros, Belle de Jour, El Graduado, Sor Citroën o Casino Royale, con Bond, James Bond. También nos encontramos con que 50 son los años que tienen el aeropuerto de Elche, la estación de tren de Albacete, el Museo de Arte Contemporáneo de Chicago o el Embalse de Pinilla. También suman medio siglo la famosa estatua del Oso y el Madroño en Madrid, el Puente de Santiago en Zaragoza o la plaza de toros de Burgos. Y no está mal compartir cumpleaños cincuentero con Javier Cámara, Nicole Kidman, Pamela Anderson, Julia Roberts, Carla Bruni o con nuestro Juanma Bajo Ulloa (con o sin Goya en venta).
Y podemos recordar que hace 50 años fallecieron, entre otros muchos, la cantante chilena Violeta Parra, el dramaturgo José Martínez Ruíz Azorín, el surrealista pintor belga René Magritte, el revolucionario Che Guevara, o el atómico físico yanqui Robert Oppenheimer, siempre recordado por ser uno de los padres del proyecto Manhattan con el que se mandó al carajo a más de 250.000 personas en las islas niponas.
Todo esto sin olvidar que hace 50 años entrábamos en la tercera etapa de la dictadura franquista; que el Tribunal Supremo declaró ilegal a Comisiones Obreras; que la hija de Stalin desertó de su propio padre; que empieza y acaba la Guerra de los 6 días en solo 6 días; que los americanos están que trinan con el conflicto de Vietnam; que los Beatles se encuentran en pleno auge musical, y que USA, URSS y China se dedican a hacer pruebas nucleares fastidiando la ecología del planeta.
Y, claro, entrando en lo que al motor se refiere: 50 años tienen de existencia el mítico 850, el Chevrolet Camaro, el espléndido Ford Mustang o el Fiat 124 (que aquí fue el Seat 124 y en la Europa del Este el Lada 124 en todo un alarde de originalidad). Para llegar finalmente a lo que nos interesa: que hace 50 años la empresa municipal de autobuses urbanos de Vitoria Tuvisa comenzaba su andadura oficial sobre ruedas y yo comenzaba mi andadura personal gateando. Y el destino ha hecho que ambos coincidamos hoy aquí en estas páginas. Así que feliz medio siglo para nosotros. Y para ustedes también si los tienen, faltaría más.