Bilbao - Después de la tempestad viene la calma. Tras un fin de semana protagonizado por los fuertes vientos y por las espectaculares olas de hasta seis metros que han puesto en riesgo la costa, el temporal amaina. A pesar de que ayer por la tarde, el Departamento de Seguridad del Gobierno Vasco volvió a activar una alerta naranja por fuertes vientos en zonas expuesta, hoy el tiempo dará un respiro. Sin embargo, la nieve caída durante el mediodía de ayer provocó algunos problemas de circulación en la red secundaria de carreteras de Araba, ya que se tuvo que cerrar el puerto de Bernedo y los camiones debieron utilizar cadenas para transitar por el de Opakua. Para mañana martes, Euskalmet también contempla riesgo de granizadas.
No obstante, el temporal que ha mantenido a 43 provincias en alerta y se ha cebado con el norte pensinular se empezára hoy a atenuar con son solo quince las provincias con avisos amarillos.
En el Estado, al menos once personas resultaron heridas ayer en diversos accidentes provocados por el temporal. A última hora de la tarde se producía un herido crítico y otro grave al caerles un árbol encima en Salou (Tarragona), derribado por el viento. En Lorca (Murcia). la caída de una chapa de un tejado por el azote del vendaval hirió de gravedad a una mujer, que fue intervenida quirúrgicamente. El granizo y el hielo causaron una colisión frontal en la que se han visto implicados cuatro turismos en Pinarejos (Segovia). El fuerte viento estuvo también detrás de un segundo accidente de tráfico, ocurrido en La Rioja, en el que resultó herida una persona, al volcar un tráiler en la autovía A-12.
En Madrid, donde el 112 gestionó entre la medianoche y las 13.00 horas, 310 incidencias por el aire, la caída de árboles y chapas afectaron a varias personas. Debido al vendaval también se derrumbaron alrededor de tres metros de la muralla de Talavera de la Reina (Toledo) y un muro de la torre del campanario de la iglesia parroquial de Barruelo (Burgos).
En Pontevedra hubo 107 incidentes relacionados con la meteorología adversa. En Valencia, el viento tiró varios árboles y se procedió a cerrar parques y jardines municipales como medida preventiva, decisión también tomada en Elche. El Ayuntamiento de Santander clausuró asimismo algunos lugares públicos. En Asturias, donde se registraron rachas de viento de hasta 143 kilómetros por hora y olas de más de siete metros de altura, el temporal provocó la rotura de cables de luz y de teléfono y ramas de árboles, mientras que las aguas del río Narcea anegaron el área recreativa de La Doriga, en las cercanías de Cornellana.