BILBAO - La cuesta de enero también ha causado estragos en el organismo y se ha traducido en un enemigo invisible, el colesterol, que las Navidades han dejado como peligroso efecto colateral. Los excesos en la alimentación y en la bebida durante las fiestas hacen que durante estas semanas esté más presente que nunca el riesgo de sufir alguna enfermedad o evento cardiovascular.
¿Cuánto tiempo se necesita para contrarrestar ese 10% extra de colesterol que se gana en Navidad?
-En Navidades como se hacen excesos de comidas, no solo sube el colesterol sino también la glucemia, se descontrola un poco todo el metabolismo de las grasas y de la glucosa. Hacen falta unas tres semanas y en algunos casos incluso un mes para poder llegar a los niveles previos. Por supuesto siempre que se lleven a cabo hábitos saludables, es decir ejercicio físico, dieta y alimentación sana con mucha verdura, pescado y frutas.
¿Hay un exceso de medicación para frenar este problema? A veces es más fácil tomar una pastilla diaria que cuidar la dieta.
-Sí y no. La medicación muchas veces es necesaria porque muchos pacientes o bien por antecedentes familiares o bien por enfermedades cardiovasculares previas necesitan unos niveles de colesterol muy bajos y esos niveles son muy difíciles de mantener solo con dieta. Los objetivos son muy estrictos y hay que tomar el tratamiento habitual. Pero también es cierto que otras personas haciendo una dieta estricta y llevando una vida sana podrían reducir sus niveles sin pastilla y eso cuesta un esfuerzo que no se llega a realizar y se opta por la medicación. Lo importante es que las personas tomen conciencia de que es sustitutivo una cosa de otra.
¿Cómo andan los vascos de colesterol y triglicéridos?
-Estamos mejor que la media estatal por la prevención cardiovascular pero todavía queda mucho trabajo por hacer. Hay dos segmentos de riesgo. Uno es el sector entre 40 y 60 años que no está diagnosticado y ahí debemos incidir y luego están los mayores donde los niveles aunque no sean muy altos tienen un efecto muy dañino.
Pero el colesterol malo, el LDL está por debajo de la media. ¿A qué se debe?
-Influyen varias cosas. No sé si genéticamente habrá algún factor pero sobre todo obedece a los buenos hábitos. Tanto en el País Vasco como en Nafarroa se ha incidido mucho en la prevención cardiovascular y eso ha hecho que los hábitos alimentarios estén más inculcados y la dieta sea bastante mediterránea. Luego están los programas de prevención y de tratamiento de síndrome coronario agudo que tienen un arraigo muy importante.
¿Es verdad que la mitad de la población tiene el colesterol demasiado elevado?
-Eso es así. Pero lo que interesa vigilar es el colesterol malo, el LDL, porque cuando hablas de 200 estás hablando del colesterol total pero es el LDL el que realmente va a obstruir las arterias y va a producir efectos dañinos a nivel cardiovascular.
¿Y cuál es el dígito de alerta del colesterol malo?
-Creemos que el tope es 200 pero en la población general el malo debe bajar de 130. En personas con factores de riesgo, actualmente se recomienda no superar los 70.
¿A qué edad hay que empezar a controlar esta sustancia?
-Lo más importante es adquirir buenos hábitos cardiovasculares desde pequeño. Ya en el colegio deberían enseñarnos cómo alimentarnos. Las personas que tienen antecedentes familiares con hipercolesterolemias, deben controlarse desde que están diagnosticadas sus familiares. Pero como esta sustancia no da síntomas, sería necesario que a partir de los 25 o 30 años se realice cada año una analítica para medirlo y, en el caso en el que esté elevado, tomar las medidas necesarias para bajarlo.
Puede venir de serie ya que tiene detrás factores genéticos.
-Hay enfermedades genéticas, hipercolesterolemias familiares, que se clasifican en varios tipos según aumentan los triglicéridos. En algunos hay un problema de recepción, en otros de absorción... Y por mucho que se haga necesitan un diagnóstico temprano para hacer un tratamiento intensivo que eviten las complicaciones a nivel cardiovascular.
Oímos permanentemente que el colesterol malo es veneno pero la revista British Medical Journal concluía recientemente que “no existe relación entre el colesterol LDL y el riesgo cardiovascular”. Mucha gente se muere de infarto sin tener alto el colesterol.
-Es que el infarto no solo ocurre por tener el colesterol alto pero sí está claro que, a mayor LDL, más riesgo. Luego depende de muchos factores como la genética, el tabaco, el sedentarismo, la obesidad y también la diabetes. Asimismo hay antecedentes familiares e igual no tiene el colesterol alto y sufre un infarto. Pero eso no tiene nada que ver para eliminar el colesterol como uno de los factores fundamentales de la cardiopatía isquémica.
También hace unos años estaban en la lista negra los huevos, el pescado azul... y ahora tienen vía libre.
-Eso responde a modas de alimentación. Es verdad que se decía que no se podían tomar huevos o pescado azul... pero se ha acabado esa leyenda negra. Todo hay que tomarlo en la medida adecuada y con moderación. Lo que sí que hay que evitar son las grasas saturadas y todo tipo de bollería industrial.
¿Los llamados productos light, o bajos en grasas son buenos aliados para combatir el colesterol?
-Con eso hay que tener mucho cuidado porque en las etiquetas ponen cosas que no son. Bollería industrial light no existe. Dentro de los ligeros hay que tener bastante precaución.
Son eficaces esos productos que anuncian en la televisión?
-Sí, son eficaces. Son bebidas que contienen esteroles vegetales y bloquean los receptores de colesterol en el intestino. Tienen cierto efecto de disminuir el colesterol y ayudan a la dieta y a los fármacos.
Dicen que el 23% de las personas con colesterol elevado se encuentran en tratamiento, y sólo el 13% lo controla correctamente.
-Eso no es exactamente así. Ahora el colesterol se controla más porque tenemos fármacos más potentes y en los últimos dos años han surgido tratamientos fuertes para bajarlo. Ahora estamos llegando a cifras muy buenas de control de nuestros pacientes. Sí es verdad que ese 23% puede ser real según en qué zonas. Pero no en Euskadi, aquí la prevención está bastante arraigada.