Madrid - Con la llegada ayer de 198 refugiados procedentes de Grecia al aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, el grupo más grande desde el inicio del proceso de reubicación, el número de acogidos por el Estado español asciende a 898, una cifra muy por debajo de los más de 16.000 que debería acoger antes de octubre de 2017. Según explicó el Ministerio del Interior, los refugiados van a ser trasladados a quince provincias -ninguna de ellas vasca- donde vivirán mientras se resuelve sus peticiones de asilo. El grupo está integrado por 65 hombres, 49 mujeres y 84 menores de edad y forman 83 unidades familiares. Del total de 198, 144 son de nacionalidad siria, 52 iraquíes, un eritreo y un iraní.

El Estado español tiene el reto de acoger en diez meses a los 16.439 refugiados que le quedan de su compromiso con la UE, la mayoría procedentes de Grecia e Italia, de donde deben venir 15.279. El otro grupo -1.160- espera en campos de reasentamiento de Líbano y Turquía, en los que viven desde hace años. Los solicitantes de asilo y refugio deben esperar una media de dos años para saber si se les concede el estatuto de refugiado, y mientras tanto, entran en el sistema de acogida. Durante los primeros seis a nueve meses el sistema cubre su alojamiento, comidas y formación; a partir de ahí, ya con autorización de trabajo desde los seis meses, reciben ayudas económicas para el alquiler y manutención.

Hay una tercera fase, o etapa de autonomía, en la que ya pueden generar sus propios ingresos y reciben ayudas puntuales además de mantener el asesoramiento para los trámites de documentaciones. Pero estar ya en el Estado español no garantiza la protección internacional. En 2015, solo se concedió asilo a tres de cada diez personas que lo pidieron. Al 68,5% se les notificó el rechazo y un plazo de quince días para abandonar el país. Además de los programas de acogida europeos, el Estado español recibió el pasado año 15.000 peticiones de asilo de personas que llegaron principalmente a través de aeropuertos y de puestos fronterizos, como el de Beni Enzar (Melilla). En concreto, se concedió protección internacional a 1.020 personas: 220 lograron el estatuto de refugiado y 800 la protección subsidiaria, que a diferencia del estatuto no es permanente.

Los refugiados que llegan a través del programa europeo son en su mayoría sirios y grupos familiares que tienen proyecto de quedarse en el Estado. Los refugiados priorizan en muchos casos el hecho de tener conocidos en otros países a la cobertura que le puede ofrecer el sistema de acogida. - Efe