PAMPLONa - Un hombre de nacionalidad ucraniana ha sido condenado por el titular del Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Pamplona a la pena de 42 días de trabajo en beneficio de la comunidad, a la privación durante ocho meses al porte y tenencia de armas, a la prohibición de comunicarse con su exmujer y a una medida de alejamiento de 300 metros respecto de la misma, su domicilio y lugar de trabajo durante un plazo de 16 meses por quebrantar precisamente una orden similar. El acusado aceptó de conformidad los hechos que se le imputan, en los que se pone de manifiesto que había adquirido un reloj de última generación para regalárselo a su hijo, un menor de edad, y utilizarlo con el fin de grabar en dicho aparato varios vídeos con amenazas gravísimas a su exmujer, de la que tenía una orden de alejamiento.

Según la sentencia aceptada, que no puede ser recurrida, al acusado se le había impuesto en el mismo juzgado una medida cautelar consistente en una orden de alejamiento de 300 metros respecto a su exmujer y tenía prohibido acercarse a ella. La medida fue adoptada el 20 de octubre de 2015. Sin embargo, casi un año después, el 16 de octubre de 2016, el hijo común de ambos llegó al domicilio materno tras pasar el régimen de visitas con su padre. “Al llegar a casa el menor mostró a su madre varios vídeos que había grabado el acusado para ella en un móvil”. En una de dichas grabaciones, el procesado le advertía su exmujer “que iba a matar a la hija común que tiene en Ucrania”. - E.C.