Bilbao- Con la misión de cuidar al final de la vida y conseguir una buena calidad de vida hasta los últimos días, Osakidetza ha iniciado su Plan de Cuidados Paliativos 2016-2020 con la apertura de una unidad en el hospital San Juan de Dios de Santurtzi. El lehendakari Iñigo Urkullu, acompañado del consejero de Salud, Jon Darpón y responsables sanitarios, visitó ayer el servicio que dará cobertura al área de Ezkerraldea-Enkarterri.
A juicio del lehendakari, “el objetivo es la mejora de la calidad de vida de las personas con enfermedades avanzadas y de sus familias de manera racional, planificada y eficiente asegurando que los cuidados paliativos sean un derecho legal e individual de los enfermos y sus cuidadores”. No en vano el plan está concebido para otorgar cuidados que alivien el dolor a los pacientes que sufren enfermedades terminales, crónicas, degenerativas e irreversibles.
Esta nueva unidad en San Juan de Dios cuenta con 15 camas y establece una ruta asistencial específica con el fin de asegurar una atención integrada a los pacientes adultos que precisan cuidados paliativos, promoviéndose la autonomía del enfermo en aspectos como la participación en la toma de decisiones. Contempla además como pilar básico la hospitalización a domicilio para los casos de mayor complejidad actuando coordinadamente con atención primaria. Y es que la mayoría de las personas prefieren estar en sus casas hasta el final.
“Es un plan realizado desde la ética y supone un compromiso con la equidad, y la dignidad las personas”, añadió Urkullu. Asimismo, el lehendakari hizo hincapié en que “tiene el objetivo de mejorar la atención en cuidados paliativos independientemente del lugar de atención sanitaria”, y en que “tiene previstos tanto los cuidados paliativos para personas adultas como para la población pediátrica”. De hecho, el servicio se suma al equipo de Paliativos de Cruces que da soporte domiciliario a todo Bizkaia en la especialidad de pediatría y a las ya existentes en Santa Marina y Gorliz (que dan cobertura a los pacientes de Bilbao, Uribe y Mungialdea), y a la futura unidad del Hospital de Eibar que además de atender a las personas de Debabarrena dará cobertura a la comarca del Duranguesado.
Por último, Urkullu recordó que la unidad es fruto de la colaboración sanitaria en Euskadi entre las entidades públicas y las privadas sin ánimo de lucro. En este sentido, agradeció la labor que en el campo de los cuidados paliativos desempeña el jefe de la unidad de San Juan de Dios, Jacinto Bátiz quien, además, ha colaborado en el plan.