MADRID. El Observatorio de Vivienda y Suelo del Ministerio de Fomento, en su boletín número 18, el último, incluye un mapa provincial en el que por colores ilustra cuáles son las provincias con los precios medios de la vivienda: en rojo y en naranja se retratan las más caras en el segundo trimestre del año.

En rojo, a la cabeza, Guipuzkoa y Bizkaia, donde el metro cuadrado se tasa en 2.654,2 y 2.363,7 euros, respectivamente; y en naranja, justo a continuación, Madrid, con 2.178,2 euros; Baleares, con 2.041,7; Barcelona, con 2.018,9, y Araba, con poco menos de 2.000. Son las zonas calientes para adquirir una vivienda.

El Consejo de la Juventud, en el último informe del Observatorio de Emancipación, analiza la tantas veces conflictiva relación de los jóvenes con la vivienda mediante datos correspondientes, también, al segundo trimestre del año.

Uno de sus muchos mapas, dividido en provincias y en colores, localiza con azul oscuro dónde los jóvenes con empleo de entre 16 y 29 años se dejan el 70 por ciento o más de su sueldo en la compra de un piso.

Guipuzkoa, Bizkaia, Madrid, Baleares y Barcelona son las zonas azul oscuro, por delante de Araba, Cantabria, Málaga, Girona y Canarias, pintadas de un azul más claro porque allí adquirir una vivienda supone desviar el 60 por ciento de los ingresos del trabajo.

Rojo o azul, el caso es que el Observatorio de Vivienda y el Observatorio de Emancipación coinciden en detectar las provincias en las que para un joven, si no ha llegado a los 30, tiene muy, pero que muy difícil comprar una casa. Si los ha cumplido, la situación se alegra sólo un poco.

Tener entre 30 y 34 años en España significa que si te compras una casa inviertes de media la mitad de tu sueldo, el 60 por ciento o algo menos si vives en Baleares, Euskadi y Madrid. Alquilarla es aún peor.

Los datos que ofrece el organismo del Consejo de la Juventud dibujan un mapa con más grises y negros: indica que un 19,7 por ciento de los jóvenes con entre 16 y 29 años han podido independizarse, y de estos un 16,7 por ciento lo ha podido hacer sin necesidad de compartir piso.

Varias razones pesan: el mercado laboral es una de ellas, pero también, como indica el Observatorio, "el aumento anual de precios de compra y alquiler de vivienda dificulta procesos de emancipación".

El Instituto Nacional de Estadística constató ayer la tendencia al señalar que los precios han subido un 4 por ciento en el último año. La previsión es que sigan subiendo.

Con todo, hay zonas en España que, sin salvarse del ciclo de precios al alza, muestran resistencia.

Aunque no hay una sola provincia en España en la que la compra de una vivienda represente menos del 30 por ciento del sueldo del joven, sí hay varias que se llevan entre el 30 y el 39 por ciento, y son Ciudad Real, Toledo, Cuenca y Guadalajara (Castilla-La Mancha), Cáceres (Extremadura), Jaén (Andalucía), Teruel (Aragón), León (Castilla y León) y Lugo (Galicia).

Son provincias en las que efectivamente el precio del metro cuadrado queda por debajo de 1.000 euros, según el Observatorio de la Vivienda, que certifica que la mitad sur de España es más amable para los jóvenes con intención de comprar.

Asimismo, el Consejo de la Juventud, al dibujar el mapa de la emancipación en España, ha agotado el amarillo.

Sólo Asturias, La Rioja, Madrid, Canarias, Cataluña y Baleares se libran de un color que representa una tasa de emancipación por debajo del 19 por ciento de la población joven residente.

Curiosamente, Baleares tiene el porcentaje más alto de España pese a ser una de las zonas con el precio de la vivienda más caro. De nuevo, la respuesta aparece en el mercado de trabajo.

Tal y como refleja el Observatorio de Emancipación, la tasa de empleo más alta de España entre los jóvenes de 16 y 29 años reside en Baleares, por delante de Cataluña, Madrid y Comunidad Valenciana. Otra cosa es cuánto ganan los jóvenes en esos trabajos y si lo que ganan les da para comprarse casa.

Con el alquiler no cambian ni los colores ni las zonas en las que ubicar los colores. Un joven de 16 a 29 años se dejaría todo su sueldo en un alquiler en Baleares y en Cataluña, y casi todo en Madrid. En Extremadura y en Castilla-La Mancha se dejarían cerca de la mitad.

Empezar a trabajar y comprar casa o irse de alquiler nunca fue fácil. Hoy parece una quimera.