BOGOTÁ. Velas y coloridos faroles iluminaron hoy los hogares colombianos en una noche en la que también hubo fuegos pirotécnicos en pueblos y ciudades que celebran la "noche de las velitas", que antecede a la festividad de la Inmaculada Concepción y que forma parte de las actividades navideñas.

Como marca la tradición, las gentes salen a los portales de sus casas, a los parques y otros sitios de concentración en donde encienden millones de velas en medio de música e intercambio de golosinas y comidas.

Los historiadores coinciden en que la tradición comenzó en las poblaciones de la costa atlántica y de allí se irradió al resto del país en donde cada año toma más fuerza porque se vincula a los niños.

Como parte de esta celebración, la Alcaldía de Bogotá programó más de 250 actividades artísticas y culturales que se desarrollarán en corredores turísticos que tendrán iluminación navideña y conciertos musicales.

Uno de los eventos más llamativos de Bogotá es la iluminación de la Torre Colpatria, de los edificios más altos de la capital, que cada año cambia el motivo de las luces que comienzan en lo alto y descienden hasta el suelo, que son visibles desde lejos.

En la ciudad de Cali, la tercera más grande del país, miles de personas se reunieron en el cementerio Jardines de la Aurora, en donde encendieron velas y faroles para celebrar el inicio de la Navidad.

Las gentes llevan a los difuntos serenatas y queman pólvora en una fiesta que se prolonga hasta avanzada hora de la noche.

Igualmente, la Catedral de San Pedro, en el centro, fue un telón navideño, donde se proyectó un espectáculo de "mapping" y miles de personas salieron a las calles para apreciar el alumbrado.

En Barranquilla, la fiesta de velitas se celebra en la madrugada del 8 de diciembre. Aunque en las casas las fiestas familiares comienzan desde la noche del día 7, en donde de madrugada los niños se levantan a encender velas y faroles a las puertas de las viviendas.

Las calles, especialmente en los barrios populares, se llenan de luces por la "madrugada de velitas", en la que algunos templos católicos organizan procesiones que los feligreses iluminan con multicolores faroles.

Las autoridades de esta ciudad, como en otras colombianas, han prohibido la comercialización de pólvora, porque es la fecha en la que se registran más quemados.