BILBAO - Como dijo Etxepare, que el euskera salga a la plaza, que viva fuerte y sano en todos sus territorios. “Dale alas al euskera”. Instituciones y agentes sociales de diversos ámbitos, desde el deporte a la cultura o la economía, celebraron ayer, 3 de diciembre, de forma conjunta y bajo un gran consenso, el Día Internacional del Euskera en una gala desarrollada en el Museo Guggenheim de Bilbao.
¿Qué puedo hacer yo por el euskera?. Este es lema que presidió una jornada que organizada por HAKOBA -comisión de coordinación de las administraciones públicas en materia de Política lingüística que está integrada por el Gobierno Vasco, las tres diputaciones y los ayuntamientos de las tres capitales vascas más EUDEL y UEMA-. De este modo, el museo bilbaíno fue el lugar escogido por las instituciones vascas para ofrecer una declaración que ha sido respaldada hasta la fecha por cerca de 700 adhesiones personales que van desde conocidos deportistas a cocineros o escritores, y de diferentes organizaciones de todos los ámbitos: partidos políticos, medios de comunicación, profesionales del mundo de la cultura, empresas, sindicatos, universidades, museos y entidades deportivas.
“Que el euskera sea una lengua usada y viva: he ahí nuestro objetivo”, recoge la declaración que incide en que se trata de “un objetivo que requiere la voluntad y esfuerzo de todos”. Una labor que ha llevado al euskera a pasar de ser “una lengua, sobre todo, de las generaciones mayores a ser intergeneracional y, especialmente, de la juventud”, apuntaron.
La celebración conjugó música, como la del cantautor navarro Luis Pérez Mitxelena, danza y performance intercaladas con declaraciones de los representantes públicos sobre su implicación por el euskera.
“Estoy muy contento por todo lo que se ha conseguido hasta ahora”, señaló el diputado general de Bizkaia, Unai Rementeria, quien destacó que todas las personas “tienen un lugar en el mundo del euskera” y deseó que “al igual que el museo Guggenheim” le gustaría que “el euskera supusiera modernidad”.
Por su parte, el consejero de Cultura y Política Lingüística, Bingen Zupiria, subrayó durante su intervención que hay “mucho que celebrar, no sólo el Día del Euskera”. En este sentido, Zupiria destacó que el euskera “está vivo, un idioma al que han considerado muerto y carente de valor actualmente está vivo y es útil”. Asimismo, también puso en valor las nuevas vías de transmisión del euskera como “el sistema de educación vasco y los euskaltegis” frente al método tradicional de “transmisión familiar”. Además, destacó que “quien no sabe hablar euskera, también puede hacer mucho por su desarrollo” y, en este sentido, valoró la labor de aquellas personas que “sin conocer el idioma han hecho mucho por su desarrollo” en referencia a todos aquellos padres que “han decidido que sus hijos hablen” euskera.
Respecto a la labor institucional para fomentar el euskera, Zupiria apostó por un mayor uso en los compromisos públicos y privados, y defendió una política lingüística “atrevida, valiente”, que busque el “mayor consenso” y que cuente con “recursos”.
De este modo, mostró su compromiso de desarrollar desde el Gobierno Vasco una nueva agenda estratégica del euskera, así como buscar “afianzar la colaboración con Nafarroa e Iparralde”.
instituciones A la cita asistieron consejeros del Gobierno Vasco como Cristina Uriarte, Josu Erkoreka, Arantxa Tapia, Jon Darpón, Pedro Azpiazu y Alfredo Retortillo, así como la presidenta del Parlamento Vasco, Bakartxo Tejería, la presidenta de las Juntas Generales de Bizkaia, Ana Otadui, entre otros representantes institucionales y representantes de todos los partidos.
Sobre esta línea, una veintena de asistentes contestaron a la pregunta de ¿Qué puedo hacer yo por el euskera?. Entre ellos intervinieron Itxaso Atutxa (PNV), Maddalen Iriarte (EH Bildu), Nagua Alba (Elkarrekin Podemos), Jon Azkue (PSE), Laura Garrido (PP) e Isabel Salud (Ezker Anitza-IU), así como los secretarios generales de CCOO y UGT, Unai Sordo y Raúl Arza, el fiscal superior del País Vasco, Juan Calparsoro, o el juez decano de Bilbao, Aner Uriarte y los responsables de las tres universidades vascas, la UPV/EHU, Deusto y Mondragón, entre otros muchos agentes sociales.