madrid - Una de las forenses que exploró en el hospital a varias de las víctimas de Antonio Ortiz manifestó ayer en el juicio que las pastillas de benzodiacepinas, antidepresivos y tranquilizantes que ingirieron las niñas podrían haber provocado su muerte o llevarlas al coma. “Hubo riesgo vital”, aseveró.

Así lo afirmó la doctora en Medicina Forense María del Mar Robledo, quien expuso el informe que elaboró sobre la menor agredida el 10 de abril de 2014 y el 17 de junio de 2014. Su relato fue seguido con atención por el acusado a escasos metros.

La perito y criminóloga compareció a instancias de una de las acusaciones particulares, que representa a la familia de una de las víctimas. Esta parte pide que se condene al presunto pederasta de Ciudad Lineal también por dos delitos de tentativa de homicidio. También lo pide una de las acusaciones populares.

En primer lugar habló del estado de la pequeña secuestrada el 10 de abril de 2014, cuyo hallazgo tuvo lugar cuatro horas después. “En el momento en el que fue encontrada estuvo en riesgo vital”, aseveró la especialista. También detalló que la pequeña agredida en abril presentaba un cuadro de intoxicación elevado. “La niña se dormía en la exploración y estaba aturdida”, precisó.

Tras exponer que las pastillas empiezan a actuar a los 40 minutos, recordó que esta niña vomitó en tres ocasiones, lo que hace inferir que el nivel de pastillas que ingirió era mucho mayor al encontrado en el lavado de estómago. “Si no la hubieran encontrado, teniendo en cuenta su cuadro de intoxicación que le hacía estar desorientada y que estaba fuera de su entorno, estaba expuesta a un peligro como caerse por las escaleras o ser atropellada”, indicó.

La Fiscalía mantuvo ayer la pena de 77 años de prisión para Antonio Ángel Ortiz, como también hicieron, por su parte, las acusaciones, que elevan las penas hasta los 126 años, mientras que la defensa pidió la libre absolución del acusado por no quedar acreditada su autoría. - Efe/E.P.