Donostia ? Examinar el currículum de Pedro Miguel Etxenike (Isaba, 1950) es un apasionante viaje por el tiempo y por el espacio plagado de títulos, premios, cargos y publicaciones; de ideas y experiencias; de certezas y dudas. Precisamente, con su biografía como hilo conductor, surge aquí una conversación sobre la vida, la Ciencia, la actualidad..., que le lleva desde sus orígenes en un pueblo del Roncal hasta la culminación de su carrera profesional como una pieza clave de la investigación Física a nivel mundial. Pedro Miguel Etxenike, un hombre que dice lo que sabe y sabe lo que dice, repasa en voz alta su trayectoria sentado en su despacho del Donostia International Physis Center.
Usted nace en Isaba, un pequeño pueblo de montaña. Un niño de origen rural que llega a ser una personalidad mundial? El Pirineo es frontera, pero también es intercambio con lo diferente; incomunicación pero también libertad?
?Siempre he dicho que hay que estar abierto al mundo pero sin olvidar las raíces. Isaba, el Roncal, es donde nací. Una tierra donde fui feliz. Era una vida en libertad. Ahora los niños tienen un vida mucho más protegida y reglada para lo bueno y para lo malo. La infancia que recuerdo es feliz. Siempre que vuelvo al pueblo y ando por aquellos montes pienso que el paisaje me habla y me dice quién soy, donde están mis raíces. En frente de mi casa esta Oxanea, a la derecha Saisaderra, Ardibidegainea, Ezkaurre, mi preferido... Los montes van cantando nuestro origen y nuestra historia.
Los años de la adolescencia marcan en gran parte lo qué va a ser una persona. Usted acabaría siendo un reputado científico además de profesor. ¿Cuándo sintió esa vocación?
?Yo no creo en vocaciones muy definidas que se te aparecen a uno. No es mi caso. Hice un buen Bachillerato, luego tengo un gran recuerdo de Lekarotz? Elegí Ciencias porque me parecían más fáciles que las Letras: en Letras uno nunca sabe si ha contestado bien a algo mientras que en un problema o una integral sabes si has encontrado la solución o no. De todas formas no creo que enseñar sea distinto a investigar. Yo no me considero un profesor o un investigador. Investigación y docencia, a un cierto nivel, no es que sean complementarias, sino que son indistinguibles. Cuando yo discuto con mis estudiantes de doctorado qué hago ¿docencia o investigación? Ser investigador me ha hecho mejor docente y ser docente me ha hecho mejor investigador.
Se ha cansado de repetir que la educación es la mejor inversión del futuro de un país, de una sociedad... ¿Corremos el riesgo de que la educación, como la salud, pase de ser un derecho a un privilegio?
?Esto es muy importante. Un país pequeño como Navarra o como la CAV o el conjunto de Euskal Herria solo puede competir en el mundo hoy con calidad. Y una calidad generalizada solo es alcanzable si la primera prioridad es la educación. Sería muy triste que la educación pasara de ser un derecho a un privilegio. Sería tremendo, porque si por algo estamos contentos de ser europeos es porque no se deja atrás al que se queda atrás. El Estado del Bienestar es un gran logro. Hay otras culturas que han aportado tecnología y conocimiento pero el aporte europeo al mundo son los derechos humanos y ahí va integrado el derecho a la educación. La educación es solidaridad con el futuro. Y equidad. Equidad y solidaridad con el futuro. Uno de los grandes problemas del mundo son las desigualdades y crear desigualdades en la línea de salida, como pasaría si la educación se convirtiese en privilegio, sería tremendo. Yo no quisiera vivir en ese mundo. Todo ese edificio de ideas que hemos ido construyendo en las sociedades europeas no debe ser abandonado en tiempos de crisis en aras a un neoliberalismo impositivo.
La Universidad es el momento y el lugar de tomar decisiones que marcarán una vida personal y profesional. En 1968 inicia su carrera universitaria en la UN. ¿Por qué Física?
?La Física la elijo porque estaba allí y había Física en la UN. Prefería estar más cerca de casa, algo que ahora desaconsejo a mis alumnos? Al acabar en 1972 y tras unos meses en la Autónoma de Barcelona quise ir a Cambridge y eso sí que fue una elección consciente porque la Física quizá es lo que más te da una comprensión del mundo en cuanto a de qué están hechas las cosas, cómo hemos aparecido, cuáles son las leyes que gobiernan las interacciones... Siempre he considerado que una gran educación sería aquella que combinara Física con Historia de las Ideas.
Un tema clásico es la ambivalencia de la Ciencia. Cuando se inventó el hierro unos lo usaron para construir azadas y otros, espadas. ¿Qué decir de la energía atómica? ¿Es posible la Ciencia sin Ética?
?Es posible, pero no deseable. Cada avance en lo desconocido encierra en sí una amenaza. Cuando se abren nuevas posibilidades para el bien, también habitualmente se abren para el mal. Por tanto el tema no sólo es conocimiento sino sabiduría, comportamiento, valores? Es verdad que este miedo a los usos negativos de la ciencia ha existido siempre, pero también es cierto que ahora la situación es cualitativamente diferente porque por primera vez la Humanidad tiene en su mano la posibilidad de autodestrucción total. Pero me niego a pensar que vamos a ser tan estúpidos como para autodestruirnos y confío en que la ley de la evolución nos haga saber cómo utilizar sabiamente los avances. También hay que decir que si se pone el acento en estos aspectos negativos, se pueden olvidar los positivos. Sin Ciencia y sin Tecnología, como decía Hobbes, la vida era sórdida, cruel y corta. La Ciencia ha ejercido una misión humanizadora de la Naturaleza y ha tenido grandes logros que han cambiado nuestra vida. Hace 150 años la mitad de la gente que moría tenía menos de 15 años. Eso no quiere decir que la Ciencia sea un reino autónomo en el que todo le está permitido en función de sus logros. Debe tener sus limites. Me gustó una frase que leí: ciencia con conciencia.
El mundo vive acelerado en un torbellino de avances tecnológicos. ¿A dónde vamos? ¿ A dónde nos llevan?
?En la propia comunidad científica hay una aceleración que impide el sosiego que a veces necesita el avance real y podemos sustituirlo por una acumulación de apariencias. Las consecuencias de la ciencia y de la tecnología son impredecibles. La pregunta sobre el futuro de la Ciencia, no tiene mucho sentido. No podemos anticipar. Es más importante ?y volvemos al principio? una educación lo suficientemente firme en los principios que permita la flexible adaptación a los imprevisibles cambios del futuro. Hay muchos datos que corroboran esto. Hay que poner el énfasis en la educación en principios y en lo básico de cada disciplina para permitir adaptarnos a los cambios futuros más que intentar adivinarlos. Sabiendo que el avance en lo desconocido encierra en sí mismo una amenaza, tenemos que aprender a convivir con la incertidumbre en un entorno cada vez más complejo.
Barcelona fue un doble punto importante en su trayectoria universitaria. Supongo que sigue la actualidad catalana. ¿Se van o les están (estamos) echando?
?El tema de Catalunya me sugiere la siguiente reflexión. Aristófanes ya decía que la judicialización de la política no es buena. Hay una cosa importante. Es lo que los ingleses llaman el síndrome de Walter Long. Soluciones que en su momento pudieron ser posibles, luego dejan de ser posibles. Por otra parte, la sentencia del Tribunal Constitucional de Canadá indica en este sentido dos cosas relevantes. Primero, que el sistema democrático requiere un proceso de discusión continua y segundo, no solo el exigir el respeto a la ley sino darse cuenta de la necesidad de actuar de acuerdo a principios generales democráticos. No solo la literalidad abstracta, rígida, sino principios generales que articulan y vertebran la protección de un entorno en el que la ley puede florecer. Es el momento de la política con mayúscula. En ese sentido es muy difícil no respetar el principio democrático de la propia comunidad. Se dice que la ley exige una decisión de todos, pero ¿alguien piensa que si la aplastante voluntad mayoritaria de Catalunya fuese en una dirección sería democrático no tenerla en cuenta? La sentencia del tribunal canadiense nos dice que si hay una demanda con una pregunta clara contestada de manera sistemática en una dirección el gobierno federal tiene la obligación de negociar y pactar una solución .Esto es lo que se debería de hacer en Catalunya y en todos los demás sitios.
El postdoctorado le llevó en los 70 al instituto danés de Bhohr y a Suecia. Es doctor honoris causa por la Universidad de Aalto (Finlandia) ¿Cuál es el secreto de la receta escandinava de desarrollo y cohesión social pese al entorno neoliberal?
?La clave del éxito escandinavo en parte está en la transparencia democrática: en todos los rankings de transparencia salen los centros escandinavos. A raíz de mi pertenencia en la Comisión Trilateral he tenido oportunidad de hablar con altos cargos de muchos países. Un joven primer ministro de Finlandia me dijo que el secreto de su país era: educación; investigación; innovación (que implica cultura del riesgo, pero riesgo racional, no alocado); cultura abierta al mundo (al que yo añado aquí “sin olvidar las raíces propias”); y Estado del Bienestar, lo que yo traduzco en “no abandonar al que se queda atrás”. Esas son las cinco instrucciones para esta receta cada vez más necesaria en este contexto neoliberal aunque el mercado es importante. No puede haber Estado del Bienestar si no hay una economía que lo sustente. Para repartir riqueza hay que crearla. Por eso añadía una sexta: cuidar a los que hacen, en referencia a los empresarios. Verdaderos empresarios que se arriesgan y crean riqueza para los demás. Soy un enérgico defensor de cuidar a los que hacen más que a los qué dicen lo que hay que hacer?
En los años 80 sí que se produce una “disrupción” en su carrera investigadora. Su compromiso con el país le lleva a entrar en política como consejero de Educación y Cultura en unos años, los años 80, en los que no se podía experimentar con gaseosa? Con la perspectiva que da el tiempo, ¿cómo salió aquello?
?Yo estoy orgulloso de haber formado parte de ese Gobierno Vasco del lehendakari Garaikoetxea. Fue un lehendakari excepcional. Suelo decir que con pragmática firmeza y elegante coherencia, sentó las bases del autogobierno de gran parte de nuestro pueblo. Le estoy muy agradecido no sólo por esto y por haber confiado en mí en aquel momento, sino también por el ejemplo que ha dado en el tema del euskera.
No suele se muy habitual ver a científicos en los gobiernos...
?Sí hay científicos en la política. Por ejemplo Javier Solana, también físico, o Merkel? No es malo que haya científicos en la vida política como no es malo que haya gente de otras profesiones, de todas. Articular la convivencia no puede dejarse solo en manos de abogados o economistas. Muchos de los problemas actuales no son ajenos al hecho de que hay abogados de Estado que llevan el Estado en la cabeza. Sin falsas demagogias no es malo que haya cabezas brillantes como las de algunos abogados del Estado, pero no es bueno que tengan un peso excesivo en las decisiones políticas. Yo quisiera ver en Política una gran diversidad filósofos, sociólogos, poetas, deportistas? El científico en general está acostumbrado a extraer lo esencial de un problema complejo. Y eso no viene mal en la política. Y también el científico está acostumbrado a equivocarse y a reconocerlo con humildad. Ver cómo fracasan soluciones que parecían obvias por un pequeño detalle o conexión inesperada es algo que nos pasa todos los días...
Tras esa experiencia volvió a su casa doblemente: a la universidad y a asentarse finalmente en Donostia aunque mantiene su actividad internacional? ¿Profeta en su tierra?
?Yo disfruto en todos los sitios. En Isaba, andando en bici, en política... Pero sí, hoy en día venir a trabajar al Donostia International Physis Center es un placer. Disfruto trabajando. Me quedo anonadado de que me acerco a la jubilación y que se me ha pasado la vida sin darme cuenta. Pero disfruto haciendo lo que hago y seguiré trabajando. Me siento muy reconocido. Sí, soy profeta en mi tierra.
Y sigue acumulando premios en su curriculum. Distinciones que lo mismo le vienen de las universidades públicas que de las privadas, de su tierra natal que de Europa? Un rasgo que define su trayectoria es una vocación incluyente, no excluyente? Esto sirve para las lenguas (inglés, euskera..) y para la cultura, la investigación multidisciplinar...
?Sí. La pertenencia a un grupo pequeño no excluye sino que refuerza ?incluso exige? la pertenencia a ámbitos más grandes. Por ejemplo, sentirse navarro respecto a la comunidad vasca; ser europeo en EEUU... Me emociono con un bertso de Xalbador pero también con un artículo que leo en Harvard... Los ámbitos de identidad no deben ser excluyentes, son compatibles. Pero eso exige una condición: respetar la libertad y al más débil. Por eso me parece tan importante el euskera.
Y ahora le llega la recepción de la Medalla de Oro de Navarra...
?Los premios no son algo a lo que uno tiene derecho o merece, son un regalo. Ahora me viene esta sorpresa de la medalla de Oro de Navarra. Este premio, por cierto, me llega 19 años después de aquel Premio Príncipe de Viana... Ha pasado bastante tiempo. Lo recibo emocionado, agradecido y honrado. l